La Romería de San Benito, es el desfile romero más populart de La Laguna.
La ciudad de San Crístobal de La Laguna tiene mucha facetas.
El municipio alberga la universidad tinerfeña y durante siglos era la sede del regidor de Canarias.
O mejor dicho: del gobernador, que administraba la provincia para su majestad, el rey español.
Los regidores cumplieron la tarea más mal que bien.
Al menos desde el punto de vista de los reyes que nunca salieron de la península, dado que la nobleza isleña tenia la tendencia de aforrarse mucho más de lo permitido.
A consecuencia, comisiones de investigación viajaban desde Castilla a las islas y tras meses o años volvían a la corte.
Normalmente con manos vacías, porque sus investigaciones fracasaban por falta de voluntad a la cooperación, tanto por parte de las autoridades insulares y los propietarios y administradores forestales.
La Laguna es también sede episcopal.
Muchos años, esa característica no fue tan visible, dado que la catedral, inaugurada hace poco más de un siglo, muchos años no abría sus puertas debido a complejas reparaciones en su tejado.
El largo período de reformas no tiene su origen en una posible ineptitud de los artesanos isleños.
La tardanza es producto del desentendimiento y la disputa respecto a la competencia y las diferentes perspectivas del asunto entre las autoridades isleñas y peninsulares locales que se plasmaron en un largo desfase respecto al desarrollo de la obra.
El Ministerio de Cultura en Madrid, también implicado en el proyecto, que debe cubrir una gran parte de los costes, se conformó en transferir importes muy pequeños.
El casco lagunero vivió muchos cambios en los últimos años
Para complicar la cosa un poco, algunos habitantes añadieron otro campo de batalla vinculado con la catedral de la ciudad universitaria.
El conflicto está enfocado en la ubicación del estanque de los patos, hasta el momento ubicado al lado del edificio eclesiástico.
La administración municipal proyecta trasladarlo a un pequeño parque a unos 500 metros por el bien de los animales.
Según la administración, los gases de escape de los coches contaminarían el agua del estanque y el dióxido de carbono del aire afectarían la salud de los patos.
Además, subraya que el estanque al lado de la iglesia tiene muchos defectos y las arcas municipales deberían gastar anualmente unos 50.000 euros para su posible futuro mantenimiento.
Por supuesto, esta es una cifra terrible. Tan terrible, que mucha gente no quiere creerla.
Al fin y al cabo, los laguneros crecieron con los patos en su habitual hábitat, el actual estanque extremamente defectuoso y, por eso, quieren que sus hijos y los hijos de sus hijos puedan vivir esa bonita experiencia.
La historia de La Laguna está muy vinculada con la iglesia y la religión católica
Los monjes y las monjas jugaron un papel crucial en el desarrollo de la ciudad.
Durante mucho tiempo, el triángulo de los conventos de los monjes formó el anillo exterior de la ciudad.
Entre ellos destaca el monasterio franciscano de la Plaza de Cristo, en la que está desde hace varios años la carpa que alberga el mercado municipal.
El monasterio agustino, cerca del Museo Histórico, está en ruinas desde el conato de 1964.
El monasterio dominicano, ubicado junto a la oficina de correos, la hacienda y los edificios del Hotel Nivaria, alberga actualmente a las consejerías municipales de Cultura y Turismo.
La Romería de San Benito tiene sus propias tradiciones
Dentro de este triángulo están los conventos de monjas.
El Monasterio de Santa Catalina, protegido de muros amarillos se encuentra entre el Ayuntamiento y el Palacio Nava y Grimón en la Plaza del Adelantado.
El Monasterio de Santa Clara está a 200 metros hacia la Plaza del Cristo y sirve actualmente como museo sacro.
Por supuesto, hay también una romería en La Laguna. O mejor dicho, muchas.
A la ciudad pertenece no solo el casco histórico, sino también un gran número de barrios muchos de pasado rural, como Guamasa o Las Mercedes.
El desfile romero por el casco histórico lagunero debe su nombre al patrón del colindante barrio de San Benito.
La romería sale de la pequeña iglesia de “San Benito”, que está en el centro del barrio, ubicado entre la iglesia de La Concepción y el Centro de Salud y la gran rotonda al lado del cuartel de la Guardia Civil.
Algunas características de la romería lagunera son las grandes carretas, cargadas de paja y los colectivos de bailadores, vestidos de la indumentaria tradicional de la zona.
El momento más impactante de la romería se puede vivir a la altura de la iglesia “La Concepción” cuando el desfile aún está muy compacto.
(La versión alemana publicada en Megawelle, 2011– 2016)