Los loros de nuestros días respetan los requerimientos del medio ambiente.
Los loros saben lo que es la separación de residuos e intentan convencer a otros de eliminar los residuos correctamente.
La impartición lúdica y didáctica de instrucciones para preservar el planeta Tierra y sus recursos forma parte del nuevo espectáculo de loros en el Loro Parque del Puerto de la Cruz.
Desde hace unas semanas, se presenta el espectáculo en un edificio con una fachada inspirada en palacios y la cultura árabe.
En el interior, la escenografía difunde aires selváticos que subrayan atmosféricamente la actuación de los pájaros y sus cuidadores.
Hay que sentir la estructura del escenario con las manos para darse cuenta de que la corteza del árbol, profundamente surcada, está hecha de plástico.
Adaptarse del anterior decorado bastante árido al ambiente selvático de inspiración africana no fue fácil para las aves.
A los pájaros, les costó mucho acostumbrarse a la iluminación, factor decisivo para crear la ilusión de una naturaleza verde al fondo del escenario.
“Es importante que los animales confíen en ti. Es la base de nuestro trabajo”, afirma Montse Boch, que realiza junto con tres compañeros los ensayos y la función.
Todos los loros tienen sus muy propias exigencias
Los loros son capaces de expresarse verbalmente de muchas maneras.
Lamentablemente no pueden comunicar sus necesidades e ideas a través de palabras.
La cercanía y las muestras de cariño tienen mucha importancia en el contacto con los animales.
Al desarrollar nuevos elementos para el espectáculo, hay que tener en cuenta el carácter y las preferencias de cada ave.
Unos están más interesadas en insertar enormes elementos de rompecabezas en un mapa de las Islas Canarias, otras saben andar mejor en triciclo.
Lo más animado del espectáculo de loros son los vuelos de grupos de pájaros sobre las cabezas del público sentado en los bancos de un auditorio con capacidad para seiscientas personas.El nuevo lugar ayuda a hacer la actuación más divertida.
Aquí, los loros pueden despegar y aterrizar en diferentes niveles durante las seis demostraciones diarias.
(La versión alemana publicada en Megawelle, 2011– 2016)