Cada tres años, la Librea resurge el pasado del pueblo humilde en los alrededores de la zona metropolitana tinerfeña.
Unos 450 figurantes y actores, vestidos de indumentaria tradicional canaria o de trajes históricos, toman la central del municipio.
Ellos son los protagonistas de un abanico de escenas e imágenes, pintorescas e impresionantes.
Una obra teatral colectiva celebrada en el centro del pueblo
El elenco de la obra teatral colectiva pisa en un suelo de arena que cubre el asfalto y las blancas demarcaciones blancas de los aparcamientos.
El Ayuntamiento al otro lado de la Plaza de San Marcos se esconde detrás del gigantesco decorado de un castillo.
El colectivo de actores encarna a paisanos y artesanos, burgueses, militares y eclesiásticos.
Los protagonistas deambulan por la plaza central de Tegueste, charlando y saludándose.
Su intención es resurgir la vida cotidiana de entonces al público.
Los numerosos espectadores persiguen el espectáculo desde sus butacas.
O miran la transmisión en directo en las pantallas gigantescas ubicadas en las calles vecinas.
La iluminación añade a los muros de las casas terreras colindantes a la plaza toques de nostalgia.
Los cantos y los bailes canarios tradicionales son elementos esenciales de una representación teatral, ya declarada Bien de Interés Cultural (BIC).
Desde siempre, la religión era una parte importante de la vida teguestera.
No sorprende que el cronista sagrado de Tegueste, Prebendado Pacheco, era un clérigo.
El cronista teguestero está integrado en el guion del espectáculo.
Él también participa en la procesión de Nuestra Señora de Los Remedios, la que está escoltada por una patrulla militar.
Es más: en algunos momentos la obra teatral y la vida real se tocan.
El desfile de la procesión, encabezada por el alcalde actual, es tanto una escena de teatro como un ritual religioso.
Hay otras tradiciones y símbolos de la identidad teguestera que salen en las gigantescas tablas hechas de arena.
Ejemplos son La Lucha Canaria y los tres veleros legendarios.
Las embarcaciones de “Tegueste”, “Pedro Álvarez” y “San Luís”, que también encabecen la romería teguestera tienen su raíz histórica en los ataques de los piratas contra las Islas Canarias.
La Librea es la fiesta más destacada de Tegueste
Por eso no sorprende que la Librea de Tegueste culmina en una poética batalla naval.
Piratas atacan el castillo que está defendido por los fusiles y cánones de audaces militares.
Los tripulantes de las carretas piratas equipadas con vela esperan de su intervención toda la noche en los aparcamientos de la Policía Local al lado del Ayuntamiento.
El último acto del espectáculo teatral consiste de grandes y espléndidas exhibiciones de fuegos artificiales, acompañadas de una banda sonora de música clásica.
Por supuesto, los bomberos están presentes toda noche, dado que estos fuegos artificiales no son la única vez que se aplica elementos pirotécnicos.
En una escena, el vigilante destaca por su blanco casco de protección, un requisito muy atípico de la vida teguestera hace unos dos siglos.
Hay que añadir que el gran compromiso por la tradición no significa que el municipio vive en el pasado.
Por lo contrario, este año, se retransmitió en directo “La Librea” en la página web del ayuntamiento de Tegueste por primera vez.
(Publicado en Tenerife Week, 2011)