En la cima del Roque de los Muchachos, la gente está estrechamente vinculada con el universo. Aquí está ubicado el observatorio de la “isla bonita”.
Sin embargo, no es tan sencillo llegar al lugar, dado que La Palma es mucho más empinada que Tenerife.
Desde la costa, hay que cambiar todo el tiempo a la primera marcha para subir doce kilómetros de camino angosto y serpenteante. Casi cada cien metros.
En comparación, la carretera al Teide parece una autopista.
Desde las plataneras en el oeste de la isla, el coche pasa a través de un paisaje idílico de plantas suculentas y bosques de coníferas.
Pronto, la superficie azul del Océano Atlántico desaparece bajo el espeso blanco nublado.
Cuando cedros y pinos se vuelven escasos, ya estás muy cerca.
Hay que cruzar la barrera de entrada al observatorio, para seguir unos dos kilómetros hacia la cima del “Roque de los Muchachos”, ubicada a 2.400 metros de altura.
Es posible visitar el sitio entre las siete de la mañana y los ocho de la noche.
Aquí hay un pequeño aparcamiento cerca de la oficina de información turística y varias instalaciones para las que los visitantes requieren solicitud previa.
Mirando el paisaje, no hay dudas respecto al nombre del sitio.
El “Roque de los Muchachos” debe su nombre a un grupo de pequeñas rocas que difunden aires de un colectivo de jóvenes frente a una discoteca, el sábado por la noche.
El Roque los de Muchachos ofrece vistas a otras islas
La cumbre ofrece vistas fantásticas sobre todas las partes de La Palma.
Además, los indicios de la ida se confirman: el montañoso paisaje del interior de la isla en las zonas altas de La Palma es extremadamente árido.
Las montañas vecinas del “Roque de los Muchachos” carecen también de vegetación.
A lo lejos salen las siluetas de La Gomera y Tenerife.
Las islas vecinas están a unos cien kilómetros de distancia, pero a una altura tan vertiginosa parecen muy cercanas.
Incluso a primera vista es posible confundir la pareja con La Gomera y El Hierro, porque desde esta perspectiva Tenerife parece considerablemente mucho más estrecha que la vecina isla de La Gomera.
Hay que añadir que ese día una fina capa de nubes cubrió la cumbre del Teide y trabajadores de la información turística, añaden que una bruma nubosa escondiera El Hierro.
Tras la subida a la cumbre, el interés se enfoca en los edificios e instalaciones del observatorio.
Hay varias grandes y circulares pistas de aterrizaje a lo largo de la carretera.
La gran “H” en el centro de los círculos amarillos en las plataformas señala que están destinadas a helicópteros en vez de objetos voladores no identificados (OVNI).
Desde el mirador, los telescopios, ubicados en terrazas, gigantes bolas plateadas brillantes.
En su interior están los megatelescopios, provenientes de varias décadas, para la observación del cielo.
Telescopios de varias generaciones metidos en la cumbre palmera
La última maravilla tecnológica es el “Grantecan”, “Gran Telescopio de Canarias”.
En este momento una enorme grúa está a su lado.
Su puesta en funcionamiento está proyectada para el año 2007.
El dispositivo sale desde varios años en los periódicos canarios, porque es, como se dice, el telescopio más grande y potente del universo…. Eehm …disculpe, del planeta Tierra.
Sin embargo, el proyecto ya sufre un retraso de más de doce meses.
Eso no preocupa a los astrónomos que dicen que “es muy “habitual para un proyecto tan complicado y singular”.
Además, dicen que “es casi imposible que en los próximos diez o quince años” se construya un telescopio aún más potente para la observación de estrellas en cualquier otro lugar del mundo.
Por cierto, el “Grantecan” es un proyecto en lo que participan varias nacionalidades; por supuesto españoles, pero también mexicanos y el estado federal estadounidense de Florida.
Expertos de Gran Bretaña, Francia y Alemania estaban también involucrados en su desarrollo y construcción.
El espejo del telescopio tiene un diámetro de 10 metros.
El dispositivo sirve para la observación de muy pequeños cuerpos celestes, ubicados muy lejos de la Tierra.
Mucho esfuerzo para dar vistazos a los agujeros negros
No obstante, los otros telescopios son también muy potentes.
El telescopio MAGIC, inaugurado en 2003, tiene una altura de treinta metros y pesa cuarenta toneladas.
Su espejo con una superficie de de 220 metros cuadrados, consiste de 1000 espejos facetados de cincuenta por cincuenta centímetros, equipados de una placa frontal de aluminio y diamantes.
Cada espejo tiene un calefactor para hacer frente a las bajas temperaturas invernales en las zonas altas de Canarias.
Por razones de estabilización, tiene una estructura inspirada en panales.
El soporte del espejo con diámetro de 17 metros consiste de tubos de fibra de carbono y facilita posicionar el telescopio con rapidez tras ser avisado por los satélites de observación.
El puesto de observación también está equipado con una cámara especial, que tiene sensores ópticos y fotomultiplicadores de alta eficiencia cuántica.
MAGIC sirve para el análisis de agujeros negros, púlsares, el origen de rayos cósmicos, la naturaleza de la materia pequeña y las causas de estallidos de rayos gamma.
Claro que sí, suena como un extracto de una novela de ciencia ficción, pero es la realidad científica en Canarias.
No es de extrañar.
El observatorio está ubicado en una montaña alta en un archipiélago remoto donde la contaminación del aire y la luminosidad nocturna proveniente de zonas urbanas es muy baja.
La Palma fue la primera isla en la que se prohibió por ley la instalación de farolas con emisiones hacia el cielo.
(La versión alemana, publicada en Teneriffa Panorama, 2004 – 2007)