El “Salón de Turismo Cultural” celebra actos enfocados en excursiones y el disfrute de la naturaleza.
El senderismo es una actividad saludable y económica.
Probablemente la mejor y más fácil forma de disfrutar del impresionante paisaje tinerfeño.
Una excursión debe ser divertida, transmitir la alegría y evitar exceder los límites de esfuerzo físico de sus participantes.
En otras épocas, la intención de las caminatas fue descubrir lugares aparentemente vírgenes.
En la actualidad, el senderista se mueve por rutas trazadas para garantizar la seguridad del senderista y proteger la naturaleza.
Por supuesto, el caminante no sabe mucho del trabajo detrás del decorado.
No se da cuenta del esfuerzo y la planificación de la construcción y del mantenimiento de los senderos.
El “senderismo” es incluso objeto de investigación científica en la que se incluye al público interesado.
Desde hace siete años, el “Aula de Turismo Cultural” de la Universidad de La Laguna celebra el “Salón de Turismo Cultural”. en la Casa Zamorano de Tegueste.
El lema de la edición actual fue “accesibilidad”, un término habitualmente usado en relación con el desmantelamiento de barreras arquitectónicas para discapacitados.
En el ámbito de ocio y naturaleza, “accesibilidad” cubre conceptos que facilitan que tantas personas como sea posible utilicen las cosas de forma sostenible.
Accesibilidad relacionada con el disfrute de la naturaleza, se refiere tanto a la planificación y construcción de rutas de senderismo, como a la preparación de las excursiones.
El Salón de Turismo Cultural comunica conceptos turísticos
Los detalles son importantes. Un ejemplo es el folleto informativo.
Su tipografía debe ser suficientemente grande y sin gráficos de fondo para que senderistas con problemas de vista comprendan el contenido con relativa rapidez.
El objetivo de las rutas guiadas es mostrar a los participantes las maravillas de la naturaleza.
El guía explica e interpreta el patrimonio, tanto histórico como natural, al grupo para crear impresionantes experiencias.
Las rutas guiadas requieren buena planificación y una estructura didácticamente coherente.
Hay que dividir la excursión en varias etapas equipadas de cabeceras para que la información se grabe en la memoria de los senderistas.
El contenido ofrecido por titulares de esta manera no debe exceder de la cantidad de información que ofrecen las carteleras de los miradores.
La información de estos tableros se limita a lo esencial, ya que en muchos casos también está escrito en braille para que los invidentes lo descifren.
La focalización de la información es necesaria, dado que la capacidad de concentración de la mayoría de las personas durante las actividades de ocio suele ser bastante baja.
El guía debe vestir su información de palabras entretenidas y fácilmente comprensibles para evitar el aburrimiento y animar a los excursionistas.
La conferencia del guía debe tener una estructura cronológica y limitarse a lo esencial para evitar tediosas repeticiones.
Hay que evitar digresiones y dar respuestas detalladas solamente a preguntas que las requieren.
El turismo activo requiere buena preparación
Una buena estructura también facilita el trabajo de intérpretes de lenguaje de señas que traducen las palabras a personas con problemas de audición.
Es esencial incluir a todos los miembros del grupo en el discurso y adaptar el discurso al nivel y las características de los respectivos participantes.
Los niños requieren otro discurso que los adultos mayores o los profesores universitarios.
Las imágenes lingüísticas, metáforas o anécdotas sirven para añadir valor de diversión a la charla.
En una cuenca carbonífera, por ejemplo, el combustible negro o marrón se asocia con trabajo duro, caras manchadas de hollín, dinero ganado con esfuerzo y peligro para la vida.
Otros ámbitos tienen también sus alegorías propias, la agricultura, la viticultura o la pesca, entre otros.
En el bosque, las frutas, las hojas o los cantos rodados ayudan a los participantes de la ruta de senderismo no solo a ver la naturaleza sino también a sentirla literalmente.
Para el Salón de Turismo Cultural la accesibilidad es esencial
En Tenerife hay rutas de senderismo para todos los gustos.
Altas rocas y paredes rocosas invitan a ambiciosos y apasionados escaladores.
Deportivos senderistas pueden medir sus fuerzas en el “Blue Trail”. Por supuesto, hay gran oferta para personas a las que les gusta caminar por la naturaleza.
El principio de “accesibilidad” facilita a todo el mundo que puedan disfrutar del senderismo y planificar la ruta según sus preferencias.
El abanico de personas es muy amplio e incluye personas en silla de ruedas, cracs deportivos que deben usar temporalmente muletas debido a lesiones, personas de la tercera edad, niños o mujeres embarazadas, entre otros.
A colectivos de diversidad funcional se dirige el “Camino de los sentidos”, ubicado en la zona de la Cruz del Carmen del macizo de Anaga.
Ese sendero consiste en tres tramos diferentes, entre 340 metros y 1.200 metros de longitud.
La ruta más corta se puede recorrer fácilmente con una silla de ruedas.
“Experimenta el bosque de laurisilva” es el lema de las rutas, en las que el visitante sienta los colores, sonidos y aromas de la singular vegetación.
Algunos de los caminos están revestidos con vigas de madera, para que personas ciegas encuentren el camino con su bastón.
En rutas guiadas para personas ciegas y con problemas de vista los visitantes están guiados por una cuerda.
Para las personas con diversidad funcional, las caminatas sirven tanto para vivir la naturaleza como para subir su autoestima.
Las excursiones les muestran que son capaces de lograr objetivos mediante su propia fuerza.
Adaptar los senderos a las necesidades de los usuarios
En el sentido más amplio, accesibilidad significa la creación de rutas utilizables para un gran número de colectivos.
Los senderos, instalados de esta manera, deben cumplir varios requisitos y tener puntos de salida y llegada de las rutas fácilmente accesibles.
Deben contar con estacionamientos suficientes y respetuosos con el medio ambiente y estar equipados de áreas de recreación y descanso a intervalos adecuados.
Necesitan puentes y barandillas para garantizar la seguridad de los usuarios y una señalización clara y fácilmente entendible, por ejemplo mediante el uso de pictogramas.
Por supuesto, una caminata siempre debe ofrecer sorpresas, puntos culminantes, miradores por ejemplo.
Hay que añadir que la conservación de la naturaleza pone límites a la implementación de medidas de accesibilidad.
En los parques nacionales, a menudo no es posible adaptar los senderos a las necesidades de todos los colectivos de usuarios.
En cambio, la adaptación de los albergues a las necesidades de las personas de diversidad funcional muchas veces ofrece ventajas para todos los usuarios.
Hasta hace poco en Canarias, no existieron normas adecuadas para la construcción de edificios.
Hay muchas casas y apartamentos en los que los pasillos no superan los 50 centímetros de ancho y sus escaleras plantean desafíos físicos incluso para deportistas.
(La versión alemana publicada en Megawelle, 2011-2016)