¿Qué sería la finca de la asociación “La Trilladora” sin su maíz?
Las frondosas plantas se elevan a unos cuatro metros de altura.
“El maíz canario sirve principalmente como alimento para animales.
Pertenece a los tradicionales cultivos de cereales más importantes del Valle de La Orotava”, dice Sandra Josè Kober, presidenta de la asociación La Trilladora y licenciada en agricultura.
Además, el maíz tinerfeño es la base del “gofio”, componente imprescindible de la carta canaria, servido dulce o salada, como guarnición, postre o pequeña merienda,
Antes de ser sustituido por el turismo, la agricultura y la ganadería fueron la columna vertebral de la economía tinerfeña, la principal fuente de ingresos.
Las particularidades climáticas y paisajísticas añadían a todos los productos el típico sabor de la región.
A los vinos, entre otros.
Hay cinco denominaciones en Tenerife, debido a las grandes diferencias de suelo y clima regionales que marcan el sabor y la consistencia de los vinos.
Lo mismo vale por las papas.
Las “papas antiguas”, destacan por el color y el sabor que caracterizan la zona de cultivo y el tipo.
Sin embargo, gran parte del patrimonio agrícola tinerfeño corre el riesgo de desaparecer.
La actual agricultura está enfocada en producir grandes cantidades de pocos pero estandarizados productos fáciles tanto de transportar como de comercializar a gran escala.
Lamentablemente, las cosechas del cultivo tradicional a menudo no pueden competir con esa mercancía.
El abandono del campo se plasma en la extinción de variedades
En las últimas décadas muchos agricultores abandonaron sus explotaciones, sobre todo en zonas remotas.
Con estos agricultores también desaparecieron muchos tipos de cereales y hortalizas que en otra época caracterizaron la cocina tinerfeña.
Sin sembrarlas no se las cosecha.
Como consecuencia, la semilla desaparece y luego con el paso de tiempo toda la variedad.
Eso vale tanto para las variedades de cebolla muy longevas del macizo de Teno, el ajo elefante (“ajo molledo”) o la lechuga negra (“lechuga negra”) como “tomate manzano negro”, un tipo de calabaza autóctono, llamado “bubango” y diversos cereales, el “trigo aris negro”, que ya se cultivaba antes de la conquista española, entre otros.
Otro ejemplo es el “centeno del país”, dispuesto en fardos para cubrir los techos “pajares”, ubicados principalmente en el Valle de La Orotava.
La Trilladora intenta rescatar las autóctonas variedades agrícolas
Eso es el punto de partida del trabajo de “La Trilladora”.
La asociación intenta conservar las variedades autóctonas y la tradición agrícola tinerfeña.
Quiere utilizar nuevas formas de cultivo y comercialización para volver a popularizar la fruta y los productos del campo, muy valorados por generaciones anteriores.
La asociación apuesta por el cultivo biológico certificado.
El objetivo es elaborar productos de alta calidad con buenas oportunidades de comercialización, para que los productos locales, como las lentejas de Teno Alto o los garbanzos oscuros, vuelvan a formar parte del menú en el futuro.
La Trilladora organiza seminarios para que los agricultores experimentados, en su mayoría jubilados, transmitan a las jóvenes generaciones sus conocimientos.
Los terrenos de la asociación cuentan con un jardín para visitantes dividido en diferentes secciones, que hacen visibles muchos de los métodos de trabajo tradicionales.
Recorridos agroecológicos, ofrecen la posibilidad de mirar detrás del decorado del cultivo orgánico.
Eso es importante, ya que muchas personas interesadas en los productos orgánicos y su cultivo viven en un entorno urbano.
La increíble variedad de verduras de Tenerife.
El Pepino Blanco de Los Realejos es un manjar con aspecto un poco extraño.
Tiene piel gruesa, es un poco más amarga que los pepinos habituales y tiene alto contenido de sílice: una variedad histórica robusta para el cultivo al aire libre.
La cebolla morada de Guayonje (Tacoronte) no es tan productiva como las variedades comerciales, pero tiene un sabor muy característico, entre dulce y ligeramente picante.
Gracias a la gran demanda, sobre todo en los mercados de agricultores locales, ya no corre peligro de extinción.
Las tres variedades canarias de cebolla morada contienen mucha alicina, un antibiótico natural que se produce principalmente cuando no hay riego constante.
El pequeño marrón Garbanzo Menudo de Tenerife, cultivado en rocosos suelos accidentados, es muy frugal y ama el clima cálido y seco.
Cada cápsula tiene solo uno o dos núcleos.
Los garbanzos, producidos sobre todo para el autoconsumo, forman parte del plato tradicional “Ropa Vieja”.
La dulce Pimienta Palmera es el componente principal del mojo rojo.
La variedad proviene de Araya, Candelaria, y se puede utilizar fresca o seca.
Parece mezcla de pimiento dulce y guindilla que sólo se conoce en Canarias: una auténtica especialidad local.
Las zanahorias y el millo tinerfeños
Tenerife también tiene sus propias zanahorias.
Las inflorescencias de la tradicional roja Zanahoria Morada, una variedad muy emparentada con la forma silvestre de la zanahoria, alcanzan casi los dos metros de altura.
Perfectamente adaptada al cultivo en seco, la útil planta solo puede cultivarse en un momento determinado, para dar su fruto.
Se cruza fácilmente con otras umbelíferas, lo que dificulta su reproducción.
Excelentes en color y sabor, las zanahorias de Tenerife contienen muchas sustancias buenas para la salud.
El Millo Trompa Cochino es una de las variedades de maíz más llamativas de Tenerife. Se cultiva únicamente en el Valle de la Orotava.
El Millo Trompa Cochino crece muy alto y tiene mucha materia verde, que se utiliza como forraje para burros, mulas y caballos.
Esta variedad de maíz está en peligro de extinción.
Es un maíz que tiene varios usos: sirve como alimento para animales. Con los granos de maíz se hace gofio.
La planta debe su nombre a su mazorca, que es muy gruesa y corta (tiene el doble de granos que el maíz normal.
Dado que muchos agricultores ya no tienen animales y la variedad no es fácil de cosechar, el Millo Trompa Cochino desaparece de muchos lugares.
Sin embargo, es muy popular en la agricultura ecológica: la materia verde es importante para la producción de compost y como alimento para animales.
Además, los agricultores ecológicos de la zona dan gran importancia a la producción de su propio gofio.
(La versión alemana publicada en Megawelle, 2011 – 2016)