La larga escalera da acceso al paseo litoral "Costa El Sauzal"

La costa de El Sauzal muestra que la forma de viajar ha cambiado significativamente en los últimos cien años.

En la actualidad, los turistas aterrizan en aeropuertos, confortables y ultramodernos.

Gracias a la eficiente infraestructura de transporte llegan cómodamente al hotel, al apartamento de vacaciones o su residencia.

En otras épocas, el desplazamiento en la isla requirió mucho más esfuerzo.

Muy estrechos caminos conectaron la costa con el interior de la isla.

Muchas veces, la alta montaña fue obstáculo insuperable.   

La rocosa costa  al lado del paseo litoral "Costa El Sauzal"
La rocosa costa al lado del paseo litoral “Costa El Sauzal”

Más tarde, correíllos transportaron personas y mercancía mucho más rápidos desde el norte al sur o al revés.

Entonces, las naves y instalaciones portuarias carecían de alta tecnología.

La primera impresión que se lleva el recién llegado de la isla también ha cambiado mucho.

En la actualidad, le saludan carreteras y caminos bordeados de palmeras.

Anteriormente, sobre todo en el norte, salieron escarpados acantilados volcánicos del mar.

Los capitanes navegaron el barco hacia el punto más bajo, para llegar al Puerto de la Cruz, o a pequeñas  bahías como la del puerto de Garachico.

En la actualidad, no es necesario ir en barco para revivir la primera percepción de Tenerife de los viajeros de antaño.

Hay que simplemente dar un paseo por la “Costa El Sauzal”.

Así se llama el recientemente inaugurado paseo litoral al pie de los acantilados bajo la localidad del mismo nombre.

La costa está muy debajo del pueblo de El Sauzal

Desde el centro de El Sauzal hay que pasar el Ayuntamiento y la iglesia de San Pedro y seguir hacia La Matanza.

Poco antes del tramo a Puntillo del Sol, a la altura 76 de la Carretera de Las Breñas hay que doblar en un camino angosto a la derecha en el número y pasar la barrera y un letrero rojo con las blancas palabras “Costa El Sauzal”.

La ermita es vestigio de otra época
La ermita es vestigio de otra época
El mirador formaba parte del proyecto del paseo
El mirador formaba parte del proyecto del paseo

Por el serpenteante y muy estrecho camino, muy aventurero el viajero baja a la costa.

Es aconsejable conducir muy despacio.

En caso de tráfico en sentido contrario hay que retroceder hasta la última bahía de la carretera, que a veces está a unos cien metros.

Al final de la calle hay aparcamientos para motos y 31 estacionamientos para coches, 14 con limitación de a dos horas y media.

El aparcamiento es el punto de salida de varios senderos, conectados entre sí, con una longitud total de más de dos kilómetros.

Anteriormente, hubo en esta zona 418 cabañas temporales en las que pasaron sus propietarios las vacaciones.

Hace unos cuatro años, se demolieron las casitas para cumplir con la Ley de Costas aprobada en 1988.

El objetivo de esta ley es dar a todos los ciudadanos libre acceso a la costa.

Eso suena bien.

No obstante, la ley ha causado mucha de polémica, dado que las consecuencias son duras y no siempre entendibles para los afectados.

La Ley de Costas cambió la costa sauzalera

Por supuesto, los edificios y asentamientos derribados no contaron con la requerida aprobación legal, pero tampoco no causaron impacto negativo al medio ambiente.

Casas más antiguas que la ley, desaparecen, mientras se aprueban otros proyectos muy parecidos en el ámbito costero.

La ruina hotelera de La Matanza
La ruina hotelera de La Matanza
La costa sauzalera enfrente  de la ruina
La costa sauzalera enfrente de la ruina

No obstante, es un hecho que hay proyectos de construcción que fueron realizados por codicia y sin respetar la naturaleza.

Indicio impresionante de esa actitud es el inacabado hotel sobre los acantilados al otro lado de la bahía sauzalera.

El esqueleto de hormigón armado, ubicado en el vecino de La Matanza, se está pudriendo desde hace más de dos décadas.

La instalación del paseo litoral Costa El Sauzal en reserva natural por 5,5 millones de euros está evaluado como implementación ejemplar de la Ley de Costas.

Incluso había muchos elogios de los dueños de las cabañas derribadas.

Muchos paneles con fotos de entonces hacen visible el efecto “antes y después” a los visitantes.

Antes las cuevas fueron casas vacacionales
Antes las cuevas fueron casas vacacionales
Nuevos caminos dan acceso al mar
Nuevos caminos dan acceso al mar

Durante el recorrido, varias cuevas a lo largo del camino indican el uso anterior del área.

Esas cuevas no proceden de la época guanche, sino que albergaron la parte trasera de las viviendas vacacionales, en su mayoría estaban hechas de tablas.

La costa de El Sauzal invita a dar un paseo

Los senderos dan acceso a idílicas playas de callao y varias rocas en el mar.

Los caminos principales son muy anchos, cubiertos de losas planas y equipadas de barandillas de madera.

Gracias a rampas muchas zonas del paseo litoral son accesibles para usuarios de sillas de ruedas.

Incluso hay rincones escondidos que no se ven a primera vista.

Pero eso parte del concepto.

A ambos lados el paseo litoral está limitado con bahías.

Cuevas marcan la costa del municipio  de El Sauzal
Cuevas marcan la costa del municipio de El Sauzal
La tranquilidad de la zona atrae a pescadores
La tranquilidad de la zona atrae a pescadores

Los miradores ofrecen excelentes vistas de las gigantescas cuevas, excavadas en las rocas volcánicas de los acantilados por la marea durante millones de años.

Tanto bañistas en busca de tranquilidad como pescadores vienen para pasar un rato en el litoral sauzalero que también ofrece maravillosas vistas de la costa septentrional norte de Tenerife, sus escarpados acantilados y verdes laderas.

El acceso a Costa El Sauzal es posible de 8:00 a 19:00 horas en invierno y hasta las 22:00 horas en verano.

El sitio es vigilado por la protección civil.

(La versión alemana publicada en Megawelle, 2011 – 2016)

Desde el aparcamiento hay que bajar una larga escalera para pisar en la zona costera
Desde el aparcamiento hay que bajar una larga escalera para pisar en la zona costera