A lo largo del año, la flora costera pasa por transformaciones.
En primavera, las crestas del oleaje frente al arrecife rocoso de Jover llevan espuma blanca.
Las poderosas olas chocan contra las rocas volcánicas, ubicadas debajo de los acantilados de El Risco, en lo que corren los deportistas del concurso de Bestiatlon el mes de agosto.
A lo largo de millones de años, las ondas, a veces tan altas como casas, han moldeado grandes cuevas en las vertiginosas paredes rocosas.
El mar turbulento arroja grandes cantos de roca a la tierra en los alrededores de la desembocadura del Barranco de Tejina.
Cada junio con motivo de la Fiesta del Carmen, una pala excavadora retira las piedras amontonadas para adaptar la franja costera a las necesidades de los bañistas y sus coches.
El operador de la excavadora siempre saca fotos del trabajo acabado para poder comprobar los resultados de su desempeño en caso que el caprichoso Atlántico vuelva a cubrir el área ya despejada con rocas del tamaño de una pelota de fútbol.
En verano, tanto lugareños como personas que intentan evitar las muchedumbres de las playas más turísticas vienen al pequeño pueblecito, en gran parte construido ilegalmente respecto a la ley de costas y, por eso, pendiente de legalización.
El resto del año, solo los excursionistas se pierden aquí.
A diferencia de muchos otros lugares, sobre todo las blancas playas de diseño de los destinos turísticos, creadas con arena del Sahara, en Jover se observa muy bien el cambio de las mareas, bajamar y pleamar.
Ubicado en el norte de Tenerife, la vegetación y flora costera de Jover también reflejan el cambio de estaciones con nitidez.
La primavera destaca por la abundante flora costera
En invierno y primavera todo luce de verde, en verano da aspecto marchito.
Debido a la sequia estival los guanches trasladaron sus rebaños a frondosas tierras en zonas más altas.
En otoño volvieron a a las costas para evitar sufrir de frío y tormenta en los pastos de la montaña.
En primavera, gran parte del arrecife de Jover, también coto de pescadores, se cubre con una alfombra plana de color verde.
En enero aparecen las primeras manchas, pronto la capa verde cubre gran parte del arrecife y las rocas circundantes.
El mes de junio, la cubierta de color de musgo comienza a romperse
Con el paso se descompone en un polvo salado para dar paso tanto a otra capa similar a conchas, como a rocas desnudas.
Los lugareños llaman a la capa “mujo”.
A diferencia del “musugo”, el musgo, la capa vegetal verde de Jover está formada por algas como “Enteromorpha compressa” o “Systoocea ausiesmarina”.
Las algas dan a las partes rocosas que sobresalen del mar un color verde y a las zonas rocosas inferiores un color rojo o marrón.
Por lo tanto, también se las llama algas verdes, rojas o marrones estas plantas que viven entre las mareas.
Para esas plantas es necesidad (vital) que el arrecife sea bañado por las olas para que puedan encontrar comida.
Desafortunadamente, a partir de junio, el nivel del agua de todas las mareas baja considerablemente más, por eso no inunda, gran parte del arrecife con agua.
A continuación, las algas se secan y desaparecen, hasta el próximo período de inundaciones, a partir de finales de año.
La abundancia vegetal causa también molestias
Tanto la flora costera como la vegetación de los escarpados acantilados rocosos, situados entre la pedregosa franja costera y las plantaciones de plátanos y hortalizas más arriba reflejan el cambio de estaciones.
Un ejemplo es la tunera, la “opuntia diljenil”, cuya roja fruta sirve para hacer deliciosa mermelada.
En invierno y primavera está rodeada por un prado en flor. Pero a partir de junio todo cambia.
Tanto las briznas de hierba que ya se marchitaron hace mucho tiempo como los matorrales de hojas herbáceas de la “Astydamia latfolia”, muy visibles en primavera gracias a sus umbelas de flores amarillas.
La planta probablemente debe su apodo “lechuga de mar” en inglés, a sus hojas, que recuerdan a hierbas y al berro.
Las brillantes blancas flores de margaritas marinas “Argyrathemo frutucens” tampoco soportan calor veraniego.
Ellas pertenecen a las primeras plantas cuyos brillantes pétalos transforman a partir de finales de otoño la bastante desolada vegetación en alegre mar de flores.
El “Cofe cofe”, “mesembryanthemeum nodiflorum” es un poco más pequeño.
Sus resistentes flores lucen hasta agosto como pequeños luminosos puntos blancos entre pedregal y cantos rodados.
Mientras en muchas zonas del continente europeo hay mucho hielo durante el invierno, en muchas regiones de Canarias la flora prospera en este periodo.
La evolución de la flora hace evidente que no sólo la sequedad y la sequía, sino también el crecimiento fértil no siempre son beneficiosos.
Vegetación no deseada crece de golpe en campos y caminos y debe ser quitada.
Hace poco, empleados del Departamento de Jardines de La Laguna limpiaron gran parte del camino sobre el arrecife “El Risco” con hachas y guadañas para que mantener la accesibilidad.
(La versión alemana publicada en Megawelle, 2011- 2016)