La fachada del mercado “Nuestra Señora de África” en Santa Cruz

Incluso antes del amanecer hay mucha gente en la plaza del mercado de “Nuestra Señora de África”.

A las seis de la mañana, los primeros clientes entran en los tres patios del mercado para abastecerse de frutas y pasteles para el desayuno y el almuerzo.

Otros toman una taza de café durante su camino al trabajo.

Las cafeterías, chucherías y tiendas de recuerdos, ubicados en el lado exterior de la edificación, y el quiosco de enfrente ya están abiertas.

El mercado de “Nuestra Señora de África” destaca por su amplia oferta pescado, carne y verduras frescas. No obstante, mucha gente viene a aquí para encontrarse con amigos o charlar.

Un vendedor de pescado en el mercado de "Nuestra Señora de África"
Un vendedor de pescado en el mercado de “Nuestra Señora de África”

Los domingos son los días de máximo ajetreo debido al rastro, celebrado en los alrededores del mercadillo municipal.

Mucha gente, tanto de Santa Cruz como de otros municipios viene para a ver y comprar los artículos nuevos, usados ​​o, a veces incluso robados de la gran variedad de puestos.

Los lunes, en cambio, solo una cuarta parte de los puestos del mercado está abierta, dado que la mayoría de los comerciantes intenta recuperarse del esfuerzo de la semana anterior.

La vida de los comerciantes de mercado no es fácil.

Por la noche, mientras otros vuelvan a casa tras la juerga, ya comienza su jornada laboral.

A las dos de la madrugada, muchos comerciantes se abastecen de frutas, verduras, carnes y flores en el mercado mayorista de Mercatenerife.

Al mismo tiempo los pescaderos recogen sus mercancías en el puerto.

“Nuestra Señora de África” sustituyó a la vieja recova

El mercado de “Nuestra Señora de África” existe desde hace 60 años.

Muchos de los más de 200 comerciantes regentan sus puestos desde hace muchos años.

Algunos ya están estaban vendiendo aquí desde el primer día.

El interior y el . . .
El interior y el . . .
. . . exterior del mercado
. . . exterior del mercado

La frutera Eloísa de 75 años ya trabajaba en el antiguo mercado del otro lado del Barranco de Santos.

El mercado de “Nuestra Señora de África” ​​fue construido pocos años después de la Guerra Civil Española y la llegada al poder de Franco.

El 5 de agosto de 1942 se colocó la primera piedra en el cruce entre la calle San Sebastián y el recién acabado puente, prolongación de la calle Valentín Sanz.

El Capitán general de Canarias, Ricardo Serrador, había encargado la edificación y por eso el mencionado puente que cruza sobre el Barranco de Santos lleva su nombre.

A petición del Ayuntamiento de Santa Cruz se lo nombró en su honor.

El momento de su construcción, el mercado “Nuestra Señora de África” se encontraba fuera del entonces casco urbano de Santa Cruz, dado que el Barranco de Santos formaba los límites de la ciudad.

El mercado de “Nuestra Señora de África” está a unos 200 metros de su predecesor, acabado en 1851 y ubicado en la Plaza Isla de Madera al lado del Teatro Guimerá.

La charcutería no hace falta en el mercado municipal
La charcutería no hace falta en el mercado municipal

Entonces, el antiguo mercado resultó ser demasiado pequeño para las crecientes necesidades de los habitantes de Santa Cruz.

En la actualidad sirve como sala de exposiciones.

Su nombre “Recova”, hace referencia a la anterior función.

Inspirada en las fortalezas de los misioneros de California

A diferencia de muchos otros edificios de la década de 1940, el mercado de “Nuestra Señora de África” carece del típico simbolismo marcial del fascismo.

A cambio, el edificio difunde aires de la época colonial.

No obstante, la inspiración arquitectónica no provino del vecino continente africano que le da nombre.

Las fortalezas de los misioneros californianos servían como modelo, construcciones que ya habían sido retomadas por el maestro de obras grancanario, Nèstor, antes de la dictadura franquista.

Para la construcción de Nuestra Señora de África se dispuso de un presupuesto de 1,5 millones de pesetas del valor de entonces.

El arquitecto José Enrique Regalado Marrero proyectó un edificio inspirado en fortificaciones con una torre escarpada para atraer las miradas.

Dos patios cubiertos conducen desde la plaza central, a la que también se puede llegar desde la calle a través de entradas laterales.

De esta manera los clientes de la cafetería pueden sentarse al sol, mientras que los vendedores están a la sombra.

A los clientes les gusta mucho elegir. . .
A los clientes les gusta mucho elegir. . .
. . . minuciosamente lo que les apetece
. . . minuciosamente lo que les apetece

Eso tiene también la ventaja de que la mercancía no está expuesta al sol y al calor.

El 4 de enero de 1944 se inauguró el mercado.

La planta baja con puestos de frutas y la pescadería, construida unos veinte años más tarde abrió sus puertas el 19 de marzo de 1956.

En los años setenta, se colocó una estatua de mujer femenina africana en la frente del mercado.

A lo largo de las seis décadas también hubieron cambios administrativos.

Al inicio había un administrador central, desde 1995 la asociación de comerciantes gestiona el mercado.  

(La versión alemana publicada en Teneriffa Panorama, 2004 – 2007)

Clientes se abastecen en una frutería del mercado
Clientes se abastecen en una frutería del mercado

“Nuestra Señora de África”, el mercado de la capital tinerifeña difunde aires de la época colonial.

En 1942, su antecesora, la antigua recova de Santa Cruz, resultó de  ser demasiado pequeño.

El nombre Recova” de la actual sala de exposición hace referencia al anterior propósito del edificio.

El mercado “Nuestra Señora de África” está enfocado en las necesidades de los clientes. Los vendedores intentan cumplirlas.

Los clientes aprecian la amplia gama de frutas y verduras frescas examinan y minuciosamente los productos ofertado.

En la sala de pescado la frescura está garantizada. Los comerciantes compran directamente a los pescadores en el puerto.

(La versión alemana publicada en Teneriffa Panorama, 2004 – 2007)