La Finca Verde destaca por buen humor y ofrece fantásticas vistas al Océano Atlántico.
El centro ecuestre está ubicado a 1000 metros de altura en el municipio de La Orotava,
Markus Eschbach, dirige a un estudiante en slalom por el curso de rojos y blancos con paso de paseo.
Los otros alumnos miran atentamente, mientras el instructor de equitación, explica cómo se debe desplazar el peso para dirigir el caballo en otra dirección.
La mayor felicidad en la tierra está a caballo dice el refrán.
No obstante, el disfrute de la equitación, requiere bastante preparación y práctica para aprender a manejar el animal correctamente.
Los caballos, animales de manada idiosincrásicos y muy asustadizos, tienen un instinto innato para huir de extrañas situaciones.
Para seguir sus instrucciones, el animal debe aceptar al jinete como líder antes.
La relación armoniosa y respetuosa entre el jinete y el animal es esencial, tanto arreglar la cuestión de jerarquía, como establecer una comunicación adecuada con el cuatro patas.
Las clases Finca Verde orotavense están basadas en la equitación nativa americana, que consiste en impartir conocimientos de la equitación sin dejar sentir el caballo su rango inferior.
Los jinetes de la Finca Verde usan cabestros sin bocado
Hace siglos, los indios y los mongoles utilizaron estos métodos.
Los pueblos jinetes usaban cabestros “sin bocado” y dirigían sus corceles con cuerpo y piernas porque necesitaban las manos para disparar flechas con su arco.
A cambio, la brida de la equitación tradicional se remonta a los griegos.
Los helenos redujeron la velocidad del caballo rápida y dolorosamente, tirando fuertemente las riendas con una mano mientras empuñaron la espada con la otra.
Sin embargo, el objetivo de la equitación nativa americana es entrenar y montar un caballo sin infligirle dolor.
Por eso es esencial, motivar al caballo a realizar las tareas de forma voluntaria.
La equitación nativa americana apuesta por las características naturales del animal e intenta mirar las cosas con sus ojos.
Caballos, como todos los animales de manada, se subordinan a la yegua líder.
El jinete también debe lograr esta aceptación para ser capaz de implementar su voluntad al caballo.
En el Round Pen el lenguaje corporal conciso es básico
Una importante herramienta es el “Round Pen”,, el caminador para caballos redondo, con un diámetro de unos 18 metros.
En el centro está el jinete que intenta mantener al caballo en movimiento para controlar los pasos y el ritmo.
Con gestos y cambios de posición, él deja correr el animal al borde del rondel.
El lenguaje corporal tranquilo y conciso es básico para comunicar exitosamente con el caballo.
Una invitación desde su trasera anima al caballo a hacer trote o galope, una señal con la mano recibida desde un punto de vista de frente lo hace parar.
Un leve pero decisivo acercamiento indica un cambio de dirección.
Es muy importante moverse con tranquilidad y evitar todos los repentinos y frenéticos movimientos que provocarían incertidumbre en el animal.
A continuación, el caballo comienza a asustarse o intenta huir.
El caso de jóvenes caballos, el trabajo en el “corral redondo” también se conoce como “montar a distancia”, es casi una carrera en seco antes de que el jinete se suba a la silla.
Incluso los caballos “imposibles de montar” que patean o no dejan que nadie se les acerque pueden ser tratados paso a paso a través del trabajo tranquilo en el Round Pen”, dice Markus Eschbach.
En contraste a la habitual enseñanza con la cuerda, en general aplicadas como simples ejercicios de carrera, el trabajo en el “corral redondo” tiene tanto causa como motivo psicológico.
El jinete mantiene al caballo en movimiento y también determina lo que hay que hacer, para que el animal acepte su mayor rango.
La equitación nativa americana prescinde de fustas y espuelas
Hay una gran variedad de ejercicios para domar a un caballo de manera suave.
El jinete siempre va delante del caballo. Encarnado el rol de líder, se mueve hacia adelante, hacia atrás o hacia los lados, mientras el corcel le siga, algo que corresponde con su comportamiento natural de animal de manada.
Hay que tener en consideración que el caballo no lleve la cabeza demasiado alta, ya que esto podría promover una tensión no deseada o incluso el reflejo de escape.
La equitación nativa americana prescinde de fustas, látigos y espuelas y el uso de otras ayudas se reduce al mínimo.
A diferencia del deporte ecuestre convencional, tampoco se tira bruscamente de las riendas, para hacer parar el animal y evitar la dolorosa presión del filete en los labios.
En vez el jinete dirige al caballo desplazando su peso y aplicando presión con los muslos.
Sentarse bajo en la silla le indica al caballo que se detenga.
En las clases de la Finca Verde, se enseñan las técnicas de equitación de forma lúdica.
Un ejercicio consiste, en que los alumnos, sentados de espaldas a la cabeza del caballo, intentan conducirlo.
El objetivo del ejercicio es entrenar la motricidad fina.
Los jinetes deben dar las señales exactamente al revés de que si estuvieran sentados en el sillín con la boca hacia adelante.
Finca Verde ofrece cabalgatas y excursiones
La Finca Verde ofrece tanto cabalgatas para adultos como para niños.
En el caso de los niños, el objetivo es enseñarles el contacto y el manejo del animal.
También hay clases de equitación para discapacitados.
El caso de paciente de esclerosis múltiple, montar a caballo fortalece la espalda y los músculos abdominales a través del pasivo movimiento.
Los músculos del jinete reaccionan automáticamente a los movimientos agitados del caballo.
Los programas de equitación de terapia curativa están dirigidos por un fisioterapeuta, un terapeuta deportivo y un trabajador social.
El centro de equitación ofrece unas completas estancias vacacionales a caballo. Jinetes suficientemente experimentados pueden participar en paseos relajados de un día o excursiones de varios días a caballo y explorar los extensos bosques de pinos y los paisajes volcánicos de Tenerife.
La Finca Verde, ubicada en la antigua pequeña granja, tiene ocho cómodos estudios, construidos con técnicas sostenibles y respetuosas al medioambiente.
Además, se organiza seminarios y entrenamiento para caballos y jinetes con expertos de renombre internacional, como GaWaNi Ponyboy, que inspiró a Robert Redford para rodar la película “El Hombre que susurraba a los caballos”.
(La versión alemana publicada en Teneriffa Panorama, 2004 – 2007)
