“La impresión 3 es el futuro“, dice Andy Middleton, el dueño de la tienda Manzanas y 3D, ubicada cerca de la plaza Weyler en Santa Cruz. Se trata de la sintetización de objetos tridimensionales. Por la estereolitografía, Andy puede fabricar productos hasta una altura y amplitud de 36 cm.
Las impresoras 3D, tipos de robot de manufactura industrial, facilitan la producción de prototipos, de objetos personalizados, para regalos, por ejemplo, o de productos en pequeña cantidad por un precio muy económico. Un objeto que pesa 150 gramos vale unos 90 euros. El precio se calcula por el peso.
Por eso, las figuras y los muñecos tienen en su interior una estructura alveolada, para reducir el peso. Como material se usan varios tipos de plástico. La base de la impresión es un archivo de datos; por ejemplo, un dibujo realizado con un programa para diseñar como Sketchup.
Es muy importante que el dibujo esté hecho limpiamente, para evitar problemas durante la producción. La impresión 3D es una “fabricación aditiva”, un proceso en el que secuencialmente se deposita material en una plataforma, con cabezales de impresión de inyección de material de aporte.
Por cierto, en la impresión en 3D, las sucesivas capas de material también se realizan por ordenador, pero hay siempre que echar un ojo al proceso para descubrir posibles problemas en el primer momento. Es posible confeccionar objetos de casi cualquier forma o geometría.
A veces, la creatividad de los clientes asombra a Andy. Hasta el momento, Manzanas y 3D ha producido cajas para poner el GPS y aparatos electrónicos en el manillar de una bicicleta, por ejemplo.
Un cirujano de la medicina estética pidió una calavera para analizar y proyectar intervenciones. Loro Parque va a experimenta con un huevo de plástico, un escondite de un termómetro para medir la temperatura en los nidos de pájaros.
En el futuro Andy quiere incluir otros materiales para fabricar golosinas modeladas o platos. Tiene puesta la vista en el chocolate y el barro, ambos son materiales que forman masas viscosas cuando se calientan y requieren un periodo para secar.
Junto al proceso, a Andy le interesan mucho las herramientas de producción. Por eso ha encargado a Robin Goldapp dedicarse a la mejora de un prototipo de robot. Robin es un alumno en prácticas y viene de Berlín. En Manzanas y 3D aprende la sintetización de objetos tridimensionales.
Su trabajo en el taller de Manazas y 3D forma parte de su formación como técnico de instalaciones de energía solar, una profesión que también tiene mucho que ver con el manejo y la programación electrónica de aparatos de la última tecnología.
www.manzanasy3d.com andy.manzanasy3d@icloud.com
(Publicado en Megawelle, 2011 – 2016)