El municipio de Los Realejos destaca por sus encantos naturales, como las grandes rocas verdes en la zona de Campechos Tigaiga y Ruíz.
Miles de coches pasan cada día por este paisaje, marcado por impresionantes barrancos, a cuya falda se extienden plataneras hasta la costa.
A los conductores, que van por la carretera general entre Icod de los Vinos y Puerto de la Cruz, les gustan mucho estos emblemáticos monumentos naturales.
No obstante, la mayoría ni siquiera sabe que estas rocas emblemáticas pertenecen a Los Realejos, el menos conocido de los municipios del Valle de La Orotava, por lo menos, desde la perspectiva de los turoperadores.
No obstante, el territorio, delimitado por el barranco Ruíz y los municipios de La Orotava y Puerto de la Cruz, fue el escenario del último capítulo de la Conquista de las Islas Canarias.
El último mencey guanche, Bentor, se arrojó desde los montes de Tigaiga para evitar vivir con la vergüenza de la derrota militar de los aborígenes.
Un monumento en la entrada de Icod el Alto, en el mirador Lance, conmemora este episodio histórico.
Incluso el nombre del municipio proviene de esta época.
El nombre de Los Realejos tiene su raíz en la conquista española
La palabra “real” significa también campamento militar e indica el origen del municipio, compuesto de dos partes.
Mientras en Realejo Alto los españoles esperaron la batalla final, los guanches se reunieron en la zona de Realejo Bajo.
De estos campamentos nacieron los dos pueblos que se fusionaron en 1955 al municipio de Los Realejos.
Un gran incendio del convento, ubicado en el barrio de San Agustín, enlace entre ambas partes, sirvió como incidente inicial, porque el ayuntamiento responsable no tuvo suficientes medios para arreglar los daños.
Hay que añadir que el término más alto de la zona, Icod el Alto, pertenece a Realejo Bajo.
Realejo Bajo limita en el barranco Ruíz con el vecino San Juan de la Rambla y está separado del Realejo Alto por el barranco Tigaiga.
En la actualidad, Los Realejos tiene unos 37.000 habitantes y está conectado por una carretera general, que pasa por varios túneles, con Icod de los Vinos y por la autopista del norte con la zona metropolitana. En el pasado, el desplazamiento era mucho más incómodo.
La principal fuente de ingresos de Los Realejos era la agricultura
El enlace actual a Icod el Alto, por ejemplo, la carretera que nace en el centro de Realejo Alto, fue construida en los años treinta.
Antes era necesario, pasar por una pista muy inclinada, que, hoy en día, usan solamente vehículos agrarios.
En las épocas anteriores, la mayoría de los puentes sobre el barranco de Tigaiga no existían tampoco y las noches eran mucho más oscuras.
“La luz es espléndida, potente y brillante; y, si la luz de las casas particulares, cuando esté instalada, resulta igual como apareció la del alumbrado público, será un alumbrado tal como es de desear”, elogió la prensa local en 1923, tras la inauguración de las primeras farolas en una gran parte de los términos realejeros.
En los años treinta, Realejo Alto, ubicado a 298 metros sobre el nivel del mar, tenía poco más de 8.000 habitantes, según el diario Hoy de enero de 1934.
La principal fuente de ingresos del municipio, al que pertenecían los barrios de Longuera, Zamora y Cruz Santa, era el cultivo de plátanos, maíz, patatas, tomates y trigo.
Había una escuela, una estación de telégrafos y comunicación telefónica con todos los pueblos, tanto urbanos, como interurbanos.
La principal actividad industrial eran las galerías de agua.
«La Gordejuela» fue la primera máquina de vapor de Tenerife
Tras cuatro años de obras de construcción muy complicadas por terrenos con mucha pendiente, en noviembre de 1907 se puso en marcha «La Gordejuela», la primera máquina de vapor de Tenerife, para abastecer un molino harinero y las zonas de cultivo del plátano de ambas partes realejeras.
Elevada el agua por una tubería de presión a la cota de 200 metros, se vertía en un depósito de distribución de 12.000 m3, del cual partía el acueducto de conducción con un desarrollo de 12 km.
La acequia para captar el agua, proveniente de los manantiales, estaba situada en un acantilado en una cota de 50 metros sobre el nivel del mar.
Las calderas se encontraban a 100 metros del edificio de las máquinas, hoy en ruinas, ubicado al borde del hermoso sendero de la Rambla de Castro.
La edificación más emblemática de Realejo Alto es la iglesia de Santiago, “la primera o segunda parroquia de Tenerife fundada por el mismísimo conquistador Fernández de Lugo en 1496; en ella se cantó el solemne Te Deum y se dijo la primera misa en acción de gracias por la feliz terminación de la conquista; aquí mismo fueron bautizados en un lebrillo barnizado de verde Bencomo y los demás menceyes guanches; y en su campanario todavía está la campana regalada a este pueblo por los Reyes Católicos; entre sus joyas se ve una que tiene incrustado en la cruz de su manga un pedazo de madera, la cruz que sirvió para decir la primera misa en el campamento que aquí mismo estableció Lugo”, se pudo leer un artículo de la prensa local, con la intención de recabar fondos para la restauración de la iglesia que acabó en 1922.
En Realejo Alto nació también José de Viera y Clavijo, muy conocido como poeta, orador, pedagogo, legislador, minucioso botánico y mineralogista, atento físico, analítico químico, quien vivió en la época de la Ilustración.
El Día de la Cruz culmina en un espectáculo de fuegos artificiales
Junto a la Casa de Cultura y el Cine Realejos, una edificación dedicada al erudito sirve como lugar para la celebración de actos culturales.
Otra señal de identidad del barrio es la exposición más grande de fuegos artificiales de todas las islas canarias durante las fiestas de la Cruz, hace décadas ejecutadas por la empresa residente Hermanos Toste.
Su finca hacienda Los Príncipes es una de las joyas históricas del municipio hasta la actualidad.
Aquí se encuentra también uno de los dragos más impresionantes con los que cuenta Los Realejos.
En 1820, Realejo Bajo sufrió uno de sus peores momentos.
Un terrible diluvio inundó el barranco de Tigaiga, arrastrando a su paso, en unos pocos minutos, más de cien viviendas. Doscientas cuarenta personas murieron.
En los años treinta Realejo Bajo, ubicado a 250 metros, contó con 5.000 habitantes, y sus producciones principales fueron los plátanos, las patatas y las legumbres.
Su núcleo principal destaca por un pintoresco casco antiguo.
Hace unos años, muchos habitantes animó visualizaron varias épocas del pasado por el espectáculo teatral del “Realexo”.
En este marco, los actores encarnaron personajes destacados de la historia del municipio.
Aunque el propio Adelantado Fernández de Lugo presentó su finca de Los Príncipes a los visitantes el erudito Viera y Clavijo defendió su punto de vista en una tertulia contra los representantes de la nobleza.
En el término colindante de Tigaiga, desde hace unos 25 años, se celebra un teatralizado belén viviente, muy popular.
Los problemas urbanísticos del municipio vienen del pasado
En la actualidad, gracias a su tranquilidad y a las bajas contribuciones, Los Realejos, sobre todo, es un “dormitorio de mano de obra que trabaja en otros sitios” dice el alcalde Manuel Domínguez.
Muchos de los problemas actuales de la administración tienen su raíz en desperfectos cometidos a lo largo de las últimas décadas.
En el ámbito urbanístico, la población se instala en el terreno hacía arriba, de norte a sur, en vez de forma horizontal.
Eso ha provocado una inmensa pérdida de terreno llano que complica la instalación de zonas comerciales.
No existía una planificación eficaz y sostenible en el ámbito urbanístico y de la construcción.
Una consecuencia fue la implantación de urbanizaciones como Las Románticas o La Tierra del Oro en zonas muy pintorescas.
Esos términos, realizados hace muchas décadas por iniciativa privada, no contribuyen mucho al desarrollo, sobre todo en el ámbito económico, del municipio.
Una consecuencia de la crisis económica es la falta de coincidencia entre la oferta y la demanda en el mercado.
Por eso, el Ayuntamiento media entre los partidos y otorga subvenciones para cubrir los costes del espacio habitable.
Al regidor realejero le gustaría una mayor colaboración entre los municipios del valle de la Orotava para aprovechar los efectos de sinergia, incluso para tener a su alcance más viviendas proporcionadas.
El programa “Descubre Los Realejos” invita a conocer el municipio
Como en todos los sitios, el paro es el problema principal, no obstante, por falta de competencias, la actividad de la Casa Consistorial está limitada a incentivos en el ámbito local.
Para fomentar y facilitar el acceso al empleo, el Ayuntamiento ha creado el denominado “cheque de emprendedor” que da subvenciones a desempleados que se dan de la alta como autónomo.
Además, paga los primeros seis meses del alquiler de empresas que se instalan en el municipio
Hay un plan de barrios para mejorar el entorno y hacer el municipio “más elegante, más visible”.
La intención del programa “Descubre Los Realejos” es dar a conocer los encantos realejeros a los habitantes de otros municipios.
El Ayuntamiento invita a excursionistas a participar en una ruta guiada por el municipio y paga tanto la guagua como el guía.
La obligación de los visitantes es reservar la comida en un restaurante del municipio.
Según el alcalde, la cultura patrimonial, la gastronomía y el deporte son los lados fuertes de Los Realejos.
Aquí se cultiva la papa bonita, un producto agrario muy sabroso y de gran renombre.
El punto de la salida de la Ruta 0-4-0 está en Los Realejos
Las playas de El Socorro son muy populares entre los surfistas y para los parapentistas, el municipio ofrece la única pista pública de parapente en toda la isla.
“No somos competencia, sino una alternativa complementaria” destaca Manuel Domínguez sobre la situación realejera en el ámbito turístico del Valle de La Orotava.
El alcalde sabe que el municipio ha perdido muchas oportunidades cuando la situación fue mucho más favorable.
No obstante, los miradores Lance y La Corona ofrecen vistas panorámicas espectaculares.
Los pintorescos caminos por la zona de los barrancos Tigaiga y Ruíz como el romántico sendero de la rambla de Castro, que pasa por la costa, también son verdaderas joyas.
Y no hay que olvidar que la playa de El Socorro es el punto de salida del sendero de mayor desnivel en toda España, de la Ruta 0-4-0 que pasa por todas las zonas de Los Realejos hasta el pico del Teide.
(Publicado en Megawelle, 2011-2016)