Ya los componentes de las murgas han cantado sus estribillos. Las comparsas acaban de dar sus últimos pasos en escenario. En ese momento, los presentadores informan de la decisión de jurado y pasan la lista de las aspirantes a la corona de la Reina del Carnaval.
Llaman por su nombre a cada candidata, informan del título de la fantasía correspondiente, presentada anteriormente, e indican quién es el patrocinador.
Al final de cada intervención, anuncian la votación de cada miembro del jurado, mientras muchos espectadores miran a la gran pantalla, puesta sobre el escenario, y se pueden ver los efectos que causan las puntuaciones en la clasificación.
Unas cinco mil personas están en el aforo gigantesco del Recinto Ferial santacrucero y muchos más televidentes siguen este acto con anticipación.
Frenética actividad detrás del decorado
Todas las aspirantes están puestas en una larga fila que cubre el ancho completo de un escenario de más de cien metros.
Mejor dicho: casi todas las candidatas.
Falta Soraya, la candidata número trece, la última en la clasificación, quien presenta la fantasía “Volare”, una homenaje a las grandes estrellas italianas del cine de las años cincuenta, una obra inspirada de actrices como Sofia Loren y Gina Lollobrigida.
La palabra italiana “volare” significa “volar”, el movimiento libre de las aves y de los pájaros.
Pero en este momento, tanto Soraya como a los hombres que la rodean, carecen de la ligereza que difundió la candidata durante su actuación en el escenario hace unos cuarenta minutos.
Todos están ocupados preparando a la chica para salir al escenario.
Soraya hace una mueca cuando el diseñador Santi Castro y su colaborador ponen, otra vez, el pesado tocado hecho de plumas y cristales de Swarovski sobre su cabeza para ajustarlo y fijarlo.
Todos saben que es tarde.
Todos tienen prisa y trabajan contrarreloj, pero con mucho cuidado y exactitud.
Todo tiene que estar perfecto.
Las imágenes de los fotógrafos, equipados con objetivos muy potentes, y los enfoques de cerca de las cámaras de la televisión desvelarían cada desperfecto.
La causa de esta situación que complica al equipo de la fantasía “Volare” es, probablemente, la decisión del vocal del jurado de empezar a proclamar la ganadora muy pronto para evitar contratiempos en el transcurso del acto.
Probablemente, no tiene la más mínima idea del trabajo de los diseñadores y del hecho de que algunos habitualmente presentan varias propuestas en la Gala de la Reina de Carnaval de Santa Cruz de Tenerife y por eso necesitan más tiempo para preparar todo de forma adecuada.
Santi Castro, el responsable de la fantasía, tuvo que ocuparse de otras dos candidatas antes de preparar a Soraya ya que presentaba en total tres fantasías a este concurso.
Para los diseñadores el Carnaval empieza en verano
A lo largo de la última década, Castro ha logrado convertirse en un diseñador de gran renombre en el ámbito del Carnaval.
Es el responsable de un gran número de diseños de murgas, comparsas, agrupaciones musicales, rondallas y grupos del carnaval, no obstante, cada año su trabajo culmina en el diseño de las fantasías de la Gala de la Elección de la Reina.
Para Castro, el Carnaval ya arranca el mes de junio del año anterior.
Al inicio de la época estival, presenta sus ideas a las empresas que le contratan habitualmente, el Centro Comercial Meridiano, el más importante de Santa Cruz, y Metropolitano de Tenerife, que es la sociedad del tranvía tinerfeño.
A ellos se suman normalmente un o dos proyectos más. Es necesario presentar las ideas tan temprano porque tienen que ser aprobadas por las juntas directivas correspondientes.
En los casos de empresas con actividades a nivel nacional, muchas veces, se toma la decisión definitiva en Madrid.
El objetivo del diseñador es plasmar la idea en un boceto, que no es tan sencillo debido a los límites tanto del presupuesto como del volumen permitido y del peso manejable.
Según el reglamento, las medidas máximas son de seis metros de fondo por cinco metros de ancho y cinco metros de alto.
Las pesadas fantasías de las candidatas a la Reina del Carnaval
La fantasía no es un simple vestido, sino una estructura puesta en un carro de ruedas que puede llegar a pesar de 300 a 400 kilos.
Los materiales dependen del tema del diseño; el uso de una amplia gama de tejidos, cristales, plumas, metal y plástico, es muy habitual.
No hay un peso máximo, la movilidad pone las limitaciones.
En el escenario, la aspirante tiene que interpretar la fantasía en perfecta armonía con la música.
Temas muy rítmicos requieren movimientos muy rápidos.
También es imprescindible moverse con fluidez.
En el diseño de la fantasía no solo se reúnen las ideas del diseñador, sino también el perfil de la chica que vaya acorde a la misma.
Por eso, es muy importante para el diseñador localizar una modelo que coincida por su físico, la expresión de su rostro y su forma de moverse, con las cualidades que requiere el tema para crear la perfecta representación de la fantasía.
A partir de septiembre, empieza el trabajo verdadero.
Cinco meses de trabajo puestos en unos tres minutos
En el taller de su casa, Santi Castro ya ha confeccionado piezas pequeñas.
A continuación, se desplaza a una nave industrial alquilada, debido al tamaño y al peso de las fantasías.
Además, el nuevo espacio facilita ensayos de los movimientos de las candidatas con sus vestidos.
Las fantasías en las que trabaja Santi Castro cada año se diferencian mucho.
El diseñador no tiene un traje favorito, trabaja con el mismo compromiso y las mismas ganas en todas sus creaciones carnavaleras, siempre con la intención de traducir la idea principal en colores y formas de la mejor forma posible.
“Nunca sabes anteriormente las perspectivas de tus obras”, dice el diseñador.
Todo depende del jurado, es quien juzga y evalúa a más de una docena aspirantes para elegir a la Reina del Carnaval.
En esta noche de gala, los preparativos para el último desfile de Soraya están en la recta final.
¡Que suerte!, el tocado está puesto.
En compañía de los colaboradores, Soraya sube la rampa con tacones muy altos, mientras Santi entra en el amplio anillo de pluma que forma la borde exterior de “Volare” para tirar la fantasía hacia los bastidores tras la gran pantalla de video de más de cien metros.
Como siempre, cuando su trabajo culmina en la gran final de la Gala de la Reina se siente muy agobiado.
“Unos cinco meses de trabajo puestos en tres minutos y treinta segundos”, dice Castro que caracteriza su trabajo, una forma de vivir que consiste en someterse a muchos esfuerzos en espera de triunfar al final de la noche decisiva y vivir un momento inolvidable.
Para el equipo la Gala de la Reina empieza el día anterior
Pero en este momento, cuando tira la fantasía arriba por la rampa del escenario, Castro ni siquiera se da cuenta de que los presentadores en el escenario exclaman el nombre del patrocinador de la décima aspirante a la corona de la reina.
Para Santi Castro la gala ya arrancó el día anterior.
Por la mañana, el contenedor donde se trasladan las fantasías, todas completamente desarmadas, llegó al recinto ferial santacrucero.
Para facilitar un montaje eficaz, incluso se había numerado anteriormente las piezas más pequeñas, los tornillos y los anclajes.
La confección y preparación del vestido de una aspirante a la corona de la Reina del Carnaval es un trabajo en equipo.
El día siguiente, empieza la última etapa.
A partir del mediodía, la modelo se maquilla.
Una hora antes de la gala, el jurado inspecciona los vestidos para informarse sobre los detalles artesanales de cerca.
Durante la gala, las fantasías salen en grupos de tres al escenario.
La música hace a la candidata a la Reina del Carnaval “volare”
Antes de cada desfile, Santi Castro revisa su trabajo hasta el último detalle y da los toques finales.
“De otra manera no se sale,” dice el diseñador quien está muy en tensión durante el acto.
Pero ahora, mientras sube la rampa y tira la fantasía “Volare”, se siente muy cansado.
Por cierto, la presentación de “Volare” gustó mucho al público debido a la dinámica puesta en escena.
La ligereza de la actuación de Soraya, quien interpretó el tema del vuelo, dando grandes aladas en perfecta sintonía con la música, emocionó a los espectadores.
Además, el vestido destacó por ser el único completamente en blanco.
El diseñador y la fantasía número trece finalmente han llegado al fondo del escenario.
Por aquí, en la oscuridad de la esquina izquierda del escenario, casi imposible de percibir desde el aforo, Soraya y Santi entran en el anillo de plumas para poner el cinturón de la correa de la fantasía en la cadera la modelo.
Luego, Santi da los últimos toques al tocado y salta del amplio anillo de plumas, mientras los presentadores presentan a la candidata número doce.
Los animadores leen en voz alta los puntos que acumulan en la duodécima aspirante.
Santi dirige la fantasía “Volare” hacia la luz de los focos por acercarla un poco más a la fila de las competidoras.
En el gran Coso la Reina del Carnaval se presenta al pueblo
Mientras tanto, como parece, muchos de los fotógrafos en la fosa delante del escenario se desplazan hacía Soraya, la próxima, y también última, aspirante para ser presentada.
Claro, desde la perspectiva del aforo con una mirada hacia arriba es suficiente para tener una idea de la situación de la clasificación, pero desde donde están las candidatas es imposible saber como va la puntuación ya que están de espaldas a la pantalla.
En este momento, los presentadores dicen el nombre de Soraya.
Tras la proclamación de la votación del último jurado sigue la histórica frase: “Santa Cruz ya tiene reina”.
Santi Castro corre a su fantasía para ponerla, a lo largo de la fila de las otras aspirantes, en el centro del escenario, donde ya espera el alcalde de la capital tinerfeña para la entrega el cetro a la nueva reina.
Enseguida, la nueva reina está rodeada de cámaras y reporteros de varias emisoras televisivas.
En ese momento empieza la función representativa de la nueva reina, tanto con placer como con obligación.
El otro gran acto del Carnaval santacrucero es el Coso.
Este día, la reina y las damas de honor llegan al mediodía al Recinto Ferial, donde ya esperan las carrozas con las fantasías.
Tras el desplazamiento al punto de salida en la avenida Anaga, empiezan los preparativos, muy parecidos a los de la noche de la Gala.
Otra vez, Santi Castro revisa el vestido hasta el último detalle y da los toques finales antes de la salida.
Está muy nublado.
Por eso, todo el mundo espera que el sol se mantenga.
La lluvia es mejor que un viento fuerte, según Santi Castro: “En las semanas de trabajo y de ensayos, la modelo está acostumbrada al peso de la fantasía, pero el viento afecta el adorno de la cabeza, lo ladea y cuesta mucho soportarlo y, a veces, impide girar la cabeza”.
Pero así fue como se presentó el tiempo el año pasado.
Incluso las reinas tienen que sufrir de vez y cuando.
(Publicado en Megawelle, 2011 – 2016)
