Los pinos muy altos, el símbolo de las montañas tinerfeñas, marcan el espacio de Forestal Park Tenerife. Un anillo de estas coníferas rodea el interior de la isla en las zonas medianas, debajo del límite del arbolado, la denominada Corona Forestal.
Los antepasados se aprovechaban de la madera de los bosques. La utilizaban para la construcción de sus casas, de muebles, de barricas de vino o de barcos. Además, los árboles les abastecían de leña.
Hoy en día, los bosques invitan a turistas y a residentes para realizar excursiones y disfrutar de la naturaleza. Hace poco más de un año, el Forestal Park Tenerife – Las Lagunetas abrió sus puertas.
Ubicado a una altura de 1.390 metros en la carretera desde el pueblo de La Esperanza al Parque Nacional de las Cañadas del Teide, el parque ofrece una forma singular y encantadora para vivir la naturaleza.
La atracción de Forestal Park Tenerife son las tirolinas gigantescas
A primera vista, el espacio del Forestal Park Tenerife parece una acumulación de pequeñas plataformas, puestas a varias alturas en los pinos y enlazados por sólidos cables metálicos. Otros elementos parecen pasillos y escaleras, formadas de cuerdas.
Forestal Park Tenerife ofrece diversión en los árboles. Sus aparatos estrella son las once tirolinas gigantescas.
En las instalaciones del parque, adultos y niños pueden descubrir el bosque desde arriba, mientras montan en los árboles o pasan por una gran variedad de elementos que vinculan los singulares pinos, formados como laberintos.
El parque consiste en nueve de estos módulos, tres recorridos están indicados como “familiar”, el resto como “deportivo”. No obstante, la actividad requiere que el participante cumpla algunas condiciones físicas.
Para los recorridos familiares los requisitos son una edad mínima de seis años y una talla de 110 centímetros, para los recorridos deportivos, son de 10 años y 145 centímetros.
Los menores de edad necesitan el consentimiento de sus padres y pueden visitar las atracciones del parque solamente acompañados por adultos.
La visita empieza con el denominado briefing, un recorrido de tres paradas para que los participantes conozcan los obstáculos a superar y las técnicas para hacerlo.
Cada elemento de los recorridos en Forestal Park Tenerife está explicado mediante dibujos en el cartel del punto de salida, donde están también indicadas las dificultades por colores que orientan a “pistas y esquí”.
El color verde significa “fácil”, el amarillo indica un nivel medio y el rojo, “difícil”. El negro, “súperdifícil”, está presente en pocas partes de los recorridos deportivos, no obstante, estos puntos siempre tienen vías de escape de dificultad menor.
La seguridad es fundamental. Por eso, el monitor José explica muy detalladamernte el equipo que cada participante está obligado de ponerse.
La seguridad es fundamental: monitores acompañan a los visitantes
Proviene del alpinismo y consiste de un arnés provisto de un maillón verde y dos vagas, una con un mosquetón y la otra con una polea.
Antes de las subidas y bajadas verticales hay que fijar el maillón verde en un mosquetón verde de doble seguridad de la cuerda de seguridad, antes de los pasajes horizontales se pone la polea en el cable metálico que enlaza el punto de salida con la meta.
Después se pone el mosquetón gris en un anillo adicional de la cuerda que lo fija a la polea. Al llegar al otro lado, lo que primero hay que poner es el mosquetón gris en la denominada “cuerda de vida” que rodea el tronco del pino.
Después José hace una demostración de la actuación de la técnica de moverse adecuadamente en el ámbito arbolado. “Si coges la madera en el centro en vez de los bordes, la escalera de cuerda no vacila y puedes subir tranquilamente”.
Y empezamos: a la llegada a la plataforma, enseguida se fija el mosquetón gris en la línea de vida, antes de resolver el mosquetón verde y de dedicarse al próximo reto, un pasillo por listones independientes que están fijados por cuerdas a cables metálicos.
Tras la puesta de la polea en el cable principal, José empieza atravesar la zona. La tarea final es la tirolina. Hay que sentarse en el arnés antes de tirarse hacia abajo.
La postura de las manos en la parte alta de la cuerda de la polea evita giros involuntarios durante la carrera. Es posible estabilizar el curso por la posición apta de los pulgares. de salida con la meta.
El monitor explica la técnica de moverse en el ámbito arbolado
Para niños, los módulos familiares son muy divertidos.
No obstante, los chicos tienen que pensar, de vez en cuando, qué mosquetón hay que poner o resolver cómo ponerlo primero.
Los caminos de estos módulos pasan por alturas reducidas, los elementos a pisar son menos vacilantes y hay más objetos lúdicos como el túnel de madera.
En los módulos familiares, los chicos viven el bosque desde una perspectiva sorprendente y, además, aprenden a analizar el objetivo y las circunstancias antes de actuar.
En caso de dudas, los peques se comunican con los padres antes de atreverse a pasar obstáculos que les parecen insuperables a primera vista.
Si tienes un aspecto más deportivo, los monitores te recomiendan pasar directamente a los recorridos deportivos.
O mejor dicho, es la propuesta que me hace José tras el briefing.
Es una persona que habla de “su oficina” respecto a los recorridos.
Aprovecha la instalación para practicar las técnicas de alpinismo, para mantenerse en forma, y tiene el proyecto de subir a la cima del monte más alto de cada continente del planeta.
Mi primera tarea es subir una escalera de cuerdas que se parece mucho a la obencadura de los veleros de siglos pasados.
Hay que coordinar los movimientos
Después de llegar a la plataforma, pongo el mosquetón gris en la línea de vida para pensar en cómo seguir.
La próxima etapa horizontal consiste en poner los estribos, formados de cruces de madera colgantes.
Pongo la polea y el mosquetón gris en el correspondiente cable metálico y piso en el centro de las pequeñas plataformas para llegar al otro lado.
Allí sigue una bajada por la tirolina que acaba en una gigantesca red de araña.
A la llegada, la construcción de cuerdas me echa atrás, luego logro agarrar una de las cuerdas y subo para arriba, utilizando las mallas de la red como cuerdas.
De verdad, es muy emotivo mirar a vista de pájaro a una altura de unos veinte metros, donde los monitores en el suelo pardo parecen figuras en miniatura.
Pero hay que seguir el curso sin pausa y sin prisa para llegar a la plataforma siguiente, ubicada a una altura de unos treinta metros, la cima del parque.
Para llegar allí, tengo que subir por una escalera formada por muescas estrechas entalladas en un palo que ofrecen solamente apoyo a las puntas del pie.
Mientras una mano me da apoyo en la plataforma de arriba, la otra tira la cuerda de seguridad hacia arriba en la que están fijados los mosquetones.
Por eso, llegar a la plataforma no es tan sencillo.
Al otro lado del siguiente pasillo compuesto de listones colgantes, hay que bajar por una escalera formada de barras, puestas en grandes intervalos a ambos lados de palo.
En Forestal Park Tenerife hay recorridos de diferentes niveles
Hay que andar a tientas con los pies, y no se tiene ninguna vista hacia abajo.
Para la etapa siguiente, incluso me convierto en un funámbulo y me balanceo por un cable metálico a una altura de unos veinte metros.
Algunas cuerdas, que cuelgan a intervalos, sirven como apoyo durante la travesía.
No obstante, podría también mantenerme en el cable principal en caso de necesidad.
La versión de este camino en el recorrido para familias es mucho más sencilla.
Allí, dos cables puestos a ambos lados sirven como pasamanos.
Como siempre, las cosas más sencillas a primera vista son las que causan más problemas.
El elemento siguiente es un pasaje horizontal, compuesto de palos colgantes.
El problema es que hay que pisar con punta plana en unos palos muy pequeños.
Dado que las puntas de palo son muy vacilantes y tambaleantes, tengo que apoyarme mucho con las manos en el cable para seguir adelante.
Por cierto, la máxima sensación que Forestal Park Tenerife causan son las tirolinas.
El parque ofrece una gran variedad. Las tirolinas planas en las coronas de los pinos altos dan a los participantes un aspecto muy parecido a Tarzán, el héroe intrépido que se mueve mediante lianas por la jungla.
No obstante, las carreras en la altura son muy lentas y siempre es muy fácil llegar a la plataforma correspondiente.
Las tirolinas que acaban en el suelo son mucho más rápidas y largas, hasta unos doscientos metros.
La verdad, es una experiencia maravillosa pasar acelerado por el entorno de pinos altos, no obstante, aterrizar de pie en vez de con la parte trasera, por lo menos en los recorridos deportivos, requiere un poco de práctica o, digamos por lo menos, una mejor sintonía, mejor y más armoniosa que la mía.
Por eso hay que añadir que es aconsejable ponerse prendas aptas y zapatos adecuados antes de descubrir y vivir los bosques tinerfeños de una manera tan estupenda y sorprendente.
Forestal Park Tenerife – Las Lagunetas Ctra.
TF 24, km 16 (La Esperanza, El Rosario)
reservas.tenerife@forestalpark.com
www.forestalpark.com
902 091 471 / 630 385 742 / 638 852 070
(Publicada en Megawelle, 2911-2016)
