El mito de los guanches de Tenerife y los habitantes prehispánicos de las otras islas está vivo. Hay muchas huellas de los aborígenes de Canarias en la literatura
¿Quiénes fueron los guanches? ¿De dónde vinieron? ¿Y cuándo?
¿Es verdad que el concepto “guanche“ no incluye a todos los habitantes de las Islas Canarias antes de su conquista por la corona española? En verdad existe un notable vacío referente a la historia de las “islas afortunadas“.
En el pasado muchos mitos, idealizaciones – incluso invenciones – han dominado la imagen de los guanches y sus homólogos en las otras islas del Archipiélago.
Sin duda, las culturas aborígenes forman parte del rico patrimonio cultural canario.
Poco a poco, este apasionante capítulo de nuestra historia despierta más curiosidad e interés entre los canarios.
Por eso los más prestigiosos especialistas dan respuesta a todas las preguntas sobre la mitología, los aborígenes, la música, el habla, la flora y fauna . . . gracias a la colección “Todo sobre Canarias“.
El libro muestra muchas facetas de la cultura de los aborígenes
Uno de estos sobresalientes expertos es Juan Francisco Navarro Mederos, cuyo objetivo es desvelar los hechos verdaderos tras las cortinas del humo de las leyendas, dar un apasionante universo de conocimiento, avalado por el rigor científico y por el ansia de explicar la realidad.
Su obra „Los aborígenes“ está estructurada como un cuestionario dividido en varios apartados para examinar los distintos aspectos de la vida aborigen.
Muchas imágenes ilustran los impresionantes contenidos escritos.
En el momento de la conquista las islas estaban mucho menos pobladas que hoy en día.
La población total puede que alcanzara las 80.000 personas.
Por otra parte, es una cifra relativamente alta comparada con muchas zonas de Europa de aquella época, donde, la peste y otras enfermedades habían diezmado el número de habitantes en la Alta Edad Media.
El mundo del los aborígenes canarios no era un paraíso afortunado sino una sociedad estrictamente jerarquizada, culminada por la nobleza.
Verdugos, carniceros y embalsamadores tenían una mala fama
La mayor parte pertenecían a la clase de los villanos como los pastores, artesanos y agricultores.
Había también una parte de la sociedad estigmatizada.
Al menos en Gran Canaria y Tenerife las personas que tenían contacto regular con la sangre eran las peor consideradas socialmente.
Para ejecutar a los condenados a muerte había un verdugo con el que la gente evitaba relacionarse.
Del mismo modo, el oficio del carnicero y embalsamador estaban igualmente muy mal considerados.
El tabú de la sangre se extendía a más facetas de la vida: por ejemplo, en Gran Canaria, las mujeres
El autor muestra que antes de la conquista española apenas existía comunicación entre las islas.
A pesar de su origen berebere está a la venta en las librerías y en la editorial Centro de la Cultura Popular Canaria: www. centrodelacultura.com.
(Publicado en El Guanche / Bajamar, 2008)