La platanera Finca Las Margaritas ofrece rutas guiadas

La Finca Las Margaritas, ubicada en el municipio de Arona, invita a visitas guiadas para dar a conocer la cultura del plátano a turistas y residentes.

Las antiguas plataneras, preferiblemente ubicadas en zonas costeras, parecían castillos que escondían tesoros y valores inmensos dentro de sus muros, altos y fuertes.

De todos modos, eran construidos para resistir a los enemigos, muy poderosos y perseverantes, aunque no se trataba de piratas ni de bandidos, sino del viento.

Hay que proteger los plátanos contra los vientos alisios

Los alisios que soplan con una fuerza inmensa sobre los terrenos costeros, especialmente en el sureste de Tenerife, rompen los plataneros con ligereza.

A pesar de su talla muy alta, no son árboles, sino plantas herbáceas.

Por eso, los plataneros no tienen un tronco sólido y ni raíces muy profundas para resistir al viento que, en ocasiones, puede llegar hasta unos 100 kilómetros/hora en las cercanías de la zona de Las Galletas, donde está ubicada la finca Las Margaritas: la plataforma costera de Las Galletas es la superficie agrícola de plátanos en invernadero mayor de Tenerife.

En esta superficie, de 825 hectáreas, aproximadamente se encuentran ocho empaquetados y se mueve un volumen de más de 26 mil toneladas anuales para exportación a la península y a Europa.

Adolfo dice que el cargador debe ponerse la almohadilla y la faja para proteger su hombro y su espalda
Adolfo dice que el cargador debe ponerse la almohadilla y la faja para proteger su hombro y su espalda

Hace cuatro décadas que existe esta finca, fundada por descendientes de la isla de La Palma, arraigados en el negocio platanero, con siete hectáreas de plataneras, donde anteriormente “solo habían volcanes”, dice Adolfo Guerra Rodríguez, el guía y familia de los propietarios que ofrece visitas guiadas, así como autoguiadas, por los cultivos.

La referencia a los fenómenos volcánicos viene tanto por el necesario trabajo, duro y penoso, para convertir un paraje inhóspito y pobre en la materia orgánica para el cultivo que da alimento y crea riqueza, como del plan Tenerife, volcanes de vida.

Este es un proyecto del Cabildo insular para hacer comprender bien a los turistas el origen y los encantos de la naturaleza, así como para que se puedan revivir las costumbres de la gente de Tenerife en primera persona.

La Finca Las Margaritas organiza rutas didácticas

Las rutas didácticas en esta finca, elaboradas para dar a conocer la realidad económica, agrícola y paisajística de la Costa de Las Galletas, pertenecen al mencionado proyecto turístico.

Al contrario que las plataneras tradicionales de muros y techos de plástico, las instalaciones de la finca Las Margaritas son invernaderos cubiertos de malla gruesa, que sirve como protección ante el viento y mejora la climatización del interior.

El guía muestra cómo se envasan la piñas antes del corte para protegerlas
El guía muestra cómo se envasan la piñas antes del corte para protegerlas

La malla deja pasar el aire y el agua.

Crea un clima agradable que evita tanto el gran calor como la vaporización, fenómenos que pueden provocar una cosecha involuntaria prematura.

No obstante, la temperatura en el invernadero siempre tiene unos cinco más grados más que en su entorno.

En la finca Las Margaritas, el 98 por ciento del cultivo son plátanos, el resto otras frutas, aguacate, mango y papaya, para el autoconsumo.

El mantenimiento del sistema de riego es muy importante

Los invernaderos están puestos sobre un estrato de tierra rica en materia orgánica, “sorribas” de un grosor de un metro que cubren el suelo de piedra volcánica.

Camiones trasvasaron ingentes cantidades de tierra rica desde varias zonas tinerfeñas (del norte de Tenerife) para convertir el suelo en terreno fértil.

Una condición fundamental para el exitoso cultivo de plátanos es el riego, computerizado en la actualidad.

Cada planta necesita entre 20 y 25 litros al día de agua debido al calor, que puede llegar hasta los 35 grados en verano.

Ahora Adolfo demuestra dónde se corta la piña
Ahora Adolfo demuestra dónde se corta la piña

Por eso, el mantenimiento del sistema de riego es de gran importancia.

En seguida, hay que arreglar válvulas defectuosas y cambiar tubos en mal estado y mangas rotas para evitar daños y pérdidas.

Además, el riego es el factor de producción más costoso.

Por eso, el suministro consiste de tres tipos de líquido: agua blanca, que proviene de pozos y galerías; los agricultores usan agua reciclada, y agua desalada.

Hay también que abonar.

Junto a fertilizantes y minerales se utiliza un compost hecho de las hojas secas y pinochas trituradas, mezcladas con materias de vaca.

El plátano siempre fue más que un alimento, fue una forma de vivir.

El cultivo de plátanos en Canarias existe desde el siglo XVI

Las gotas de “saliva” que salen de las heridas de las plantas, causadas por cortes durante los procesos de producción, manchan la ropa y el sombrero del agricultor, que se lo pone para proteger el cabello de estas gotas, y que superan hasta los lavados.

En La Palma, “las manchas son el símbolo del platanero, que tiene a menudo su finca a lado de su casa en el pueblo.

Con su traje laboral y el cuchillo típico envainado en la cintura, puedes verle tomar un café en el bar de al lado”, dice Adolfo.

Se fijan las plantas mediante cuerdas que se atan en el techo para garantizar que crezcan rectas. Los plataneros “lloran” . . .
Se fijan las plantas mediante cuerdas que se atan en el techo para garantizar que crezcan rectas. Los plataneros “lloran” . . .
. . .  cuando están heridos: el tronco cortado está cubierto por una capa transparente, que provoca un líquido dulce y seco
. . . cuando están heridos: el tronco cortado está cubierto por una capa transparente, que provoca un líquido dulce y seco

El cultivo de plátanos en Canarias existe desde los inicios del siglo XVI, un negocio de larga tradición, que pasaba de una generación a otra.

Hace unos cuarenta años, un gran número de plataneros de la región de San Andrés y Sauces en La Palma, entre otros el matrimonio fundador de Las Margaritas, pertenecientes de cuatro dinastías plataneras, inmigraron a Tenerife debido al agotamiento de los suelos causado por la producción excesiva.

En Canarias, los plátanos tienen características específicas: maduran más tiempo en la planta y tienen mayor cantidad de azúcar que les da un sabor más intenso.

La “pequeña enana” es una fruta más corta y de más peso

Para la protección y para mejorar la comercialización, se está pensando en establecer una denominación de origen.

Las Margaritas cultiva dos categorías de plátanos: la “gran enana”, una fruta larga, y la “pequeña enana”, un plátano más corto, pero más grueso y de más peso.

El plátano del género “musa acuminata” procede originariamente del sureste asiático y resulta ser una hierba gigante y no un árbol como parece.

Los plátanos maduran en la planta. Antes del “desflorado”, se pueden ver los . . .
Los plátanos maduran en la planta. Antes del “desflorado”, se pueden ver los . . .
. . . pequeños machos. Luego, las frutas de la piña crecen hacia arriba y ganan peso
. . . pequeños machos. Luego, las frutas de la piña crecen hacia arriba y ganan peso

El crecimiento de un plátano tarda mucho tiempo.

En la parte inferior del interior de la planta nace el futuro racimo que se mueve hacia arriba mientras crece.

Después de un “embarazo” de nueve meses, los racimos se abren camino a fuera, lo que se denomina que “las piñas han parido” en el argot agrario.

Durante el periodo siguiente, que tarda entre cuatro y siete meses, las frutas del racimo crecen y ganan peso.

El invierno es la eclosión máxima de plátanos.

Los racimos están compuestos de unos quince “manos”

Además, las frutas cosechadas en este momento tienen más grosor y peso porque pueden permanecer más tiempo en la planta debido a las temperaturas más bajas.

En la parte de arriba de la piña están los plátanos femeninos, las frutas.

Cada racimo contiene entre 13 y 15 “manos”, conjuntos de plátanos que son los que luego vemos en tiendas y mercados.

Las hojas en el paso central marcan los ramales
Las hojas en el paso central marcan los ramales
El camión trae las envasas que protegen las piñas
El camión trae las envasas que protegen las piñas

Las mejores frutas crecen normalmente en el interior de la parte superior.

Resulta que las distintas manos de un racimo van a ser catalogadas posteriormente por su variedad cualitativa.

Tras el parto, las frutas que inicialmente cuelgan abajo, crecen hacia arriba para dar a la mano el aspecto típico.

En el dedo de cada fruta hay pequeñas flores que tienen que ser quitadas para evitar la invasión de bacterias.

Las mujeres realizan el “desflorillado” mejor que los hombres

Tradicionalmente el “desflorillado”, la eliminación de las flores de cada plátano a mano o a cuchillo, es trabajo de mujeres.

“Son más rápidas y tienen más destreza. Al hombre le cuesta más”, confirma Adolfo.

En la parte inferior del racimo crecen plátanos masculinos muy pequeños, que se quitan porque no sirven.

Al final, hay una bellota donde crecen en intervalos nuevos masculinos.

El invernadero está compuesto de varios pasillos, cada uno limitado por filas de plátanos por ambos lados.

El día del corte: el primero paso es envasar la piña
El día del corte: el primer paso es envasar la piña

Junto a cada planta que lleva un racimo está su antecesora, la “abuela” de talla cortada, que está muriendo, pero permanece para dar alimento a su hija a lo largo de doce meses, y su sucesora, una planta pequeña y de talla muy delgada, anteriormente elegida por un trabajador especialista.

La tarea del denominado “deshijador” es quitar los sobrantes de sus ocho a diez hijos, los descendientes escondidos en el suelo, mediante una “barreta”, para dejar solamente el más conveniente, el ejemplar más prometedor respecto a la futura calidad y cantidad de las frutas.

El ciclo generacional también afecta al rendimiento de las plantas.

La clase de “gran enana”, por ejemplo, tiene su máxima productividad entre su tercer y quinto año, luego baja la cantidad de cosecha.

Por eso, los técnicos agrarios recomiendan cambiar la planta por completo cada seis o siete años.

Por cierto, el agricultor queda un año sin piña de cultivo y también el suelo se regenera durante este periodo. Hay que aplicar esta medida con prudencia.

La finca Las Margaritas, por ejemplo, somete campos cambiantes de este proceso y regeneración para garantizar la disponibilidad de plátanos todo el año.

Por falta de un tronco sólido, es necesario, sujetar los plátanos mediante sogas en la construcción metálica en el techo, para garantizar un crecimiento recto.

En la finca Las Margaritas, el martes es el día de corte

Más tarde, durante la cosecha, en el denominado “corte”, la cuerda sirve como herramienta para bajar suavemente las piñas que pueden llegar a un peso de hasta 70 kilos.

Por su gran experiencia, los plataneros expertos saben a primera vista cuándo hay que cortar una planta.

Criterios son el grosor y la densidad de las frutas, entre otros.

Es necesario cortar cuando toda la “piña” aún tiene el color verde.

En la finca Las Margaritas, cada martes es el día de corte.

Un poco antes, los ramales son marcados por hojas en el paso central, y las plantas por cortes específicos en sus hojas.

Luego se corta la piña
Luego se corta la piña

Por la mañana, un camión entra en la platanera.

En su plataforma de carga están preparadas las coberturas, envases de plástico para proteger las piñas y los requisitos para fijar los racimos durante el transporte.

Los plátanos son una carga tan preciosa como frágil.

Cada fruta que se rompe, estropea la mano, porque evita su venta.

Además, una rampa une el suelo con la plataforma para ofrecer a los trabajadores un camino confortable y sin obstáculos.

Recoger el racimo de la planta situado a gran altura es un gran desgaste físico y requiere mucha concentración.

El corte de plátanos requiere mucha diligencia

Para el corte de plátanos se necesita como mínimo dos personas: el “cortador” equipado de su “podona”, herramienta de cortar, y el “cargador “ quien lleva un almohadilla en su hombro donde pone el racimo y protege su espalda mediante una faja.

Como primer paso, el cargador envuelve la piña entera en la cobertura.

Un trabajador lleva la piña envasada al camión
Un trabajador lleva la piña envasada al camión

Luego, el “cortador” realiza unos cortes con la “podona” en la mitad de la planta.

Luego suelta el amarre de la cuerda que sostiene el racimo y lo hace descender cuidadosamente.

A la de “ya”, el “cortador” realiza un corte certero en el tallo del racimo y este pasa a hombros del cargador.

Es muy importante que reciba el racimo en línea vertical para mantener el equilibrio y la postura correcta para evitar lesiones.

Sin prisa y sin pausas, el cargador lleva el racimo al camión donde se coloca y se fija, mientras su compañero corta la talla de la planta.

Toda la fruta se traslada a la cooperativa a escasos kilómetros, donde es lavada, pesada, clasificada y empaquetada para la exportación.

Durante las rutas guiadas, los visitantes llegan a saber todos los aspectos del cultivo y de la cosecha de plátanos.

La finca Las Margaritas colabora con un taller de discapacitados

La última parada de la ruta por la finca Las Margaritas es “El Cuartito”, el antiguo cuarto de aperos, un cobertizo hecho de madera convertido en un punto de encuentro.

Aquí se ofrece una degustación de plátanos y otros productos elaborados de esta fruta.

“En mi niñez, mi abuela me dio de comer plátano con gofio”, dice Adolfo, y, por supuesto, ofrece pruebas de esta dieta a los visitantes y realiza un “taller de elaboración de gofio”, con el tostador y la piedra de molino.

En la superficie de carga los trabajadores ponen las piñas con mucho cuidado en su sitio
En la superficie de carga los trabajadores ponen las piñas con mucho cuidado en su sitio

Además, hay plátanos deshidratados, producidos por un taller ocupacional de discapacitados que forma parte de la cooperación entre un turoperador y Prominsur, asociación que se dedica a los discapacitados desde hace 30 años, con sede en Granadilla, y que elaboran productos de gran calidad como confitura de plátanos, papaya y patés de pimientos y de tomates.

Se ofrecen las rutas guiadas o autoguiadas por la finca Las Margaritas cada martes, miércoles y jueves.

En varios idiomas: francés, alemán, ingles y español.

Tel.: 617 696 045
www.fincalasmargaritas.canariasqr.com

(Publicado en Megawelle, 2011 – 2016)