A veces, incluso el Parque Marítimo santacrucero invita a observaciones más o menos filosóficas.
Alcanzar la sabiduría no es tan sencillo.
Tanto la búsqueda al sentido de la vida como los trámites administrativos están llenos de trabas y obstáculos.
Al menos en el caso de la burocracia, hay un anhelo de abreviar el procedimiento, muchas veces.
Y a menudo lo hacen.
Favores otorgados de guiño no siempre lleguen a un buen puerto
Antes de la introducción de la informática en las oficinas de las Administraciones, se toleraban las infracciones con un guiño, literalmente una “sonrisa de complicidad”.
Como dicen las letras de un viejo éxito del cantante Loquillo, actualmente utilizado como banda sonora de una publicidad de cerveza.
Teniendo en cuenta la larga duración de los trámites administrativos antes de la introducción de la informática en las casas consistoriales, esta forma de picardía resultaba muy necesaria para poner las cosas en marcha y mantener su funcionamiento.
No era insólito abrir un negocio mucho antes de la expedición de la licencia de apertura.
En algunos casos, incluso los funcionarios recomendaban este procedimiento.
Dado que la certificación del documento necesario no era posible por la falta de aprobación del nuevo Plan General de Ordenación correspondiente, redactado hace muchísimo tiempo y aplazado desde lustros.
A menudo, esta forma de tratar las cosas difundía aires de cercanía al ciudadano.
Lamentablemente, hay que decir que el fenómeno de la corrupción también tiene su raíz en la cercanía al ciudadano, mejor dicho, en una forma muy selectiva de cercanía que favorece a un grupo de ciudadanos muy selectos.
De vez y cuando suele pasar que repentinamente aparecen personas que se sienten perjudicadas por los resultados causados por los favores otorgados de guiño.
O por lo menos lo dicen, y eso puede causar problemas anteriormente no previstos. No solo en la carretera las desviaciones suelen ser muy útiles.
En el ámbito jurídico también es posible llegar al objetivo intencionado por una vía que, a primera vista, no tiene mucho que ver con el propio problema.
Parque Marítimo: hay que cumplir con las bases legales
En caso del Parque Marítimo de Santa Cruz, ubicado en el fondo del gigantesco aparcamiento entre el Jardín Botánico Palmetum y el Auditorio de Tenerife, el ruido era motivo de las denuncias de los vecinos, propietarios de casas situadas a unos cientos de metros de la piscina.
El ruido provenía de las fiestas que se celebraban en el Parque Marítimo, a menudo organizadas por orden del propio Ayuntamiento de Santa Cruz.
Incluso para las fiestas colectivas del personal se montaban carpas al lado de las piscinas y un servicio de cáterin abastecía de comida y de bebida.
A veces, estas fiestas coincidían con actuaciones de artistas, celebridades a nivel nacional, que se realizaban en la discoteca colindante.
Para disfrutar de esos actos se entregaba tarjetas VIP a los comensales del Parque Marítimo para facilitar su acceso al concierto.
Al no poder evitar la organización de fiestas en el recinto, el abogado de los vecinos enfocó en investigación a los trámites administrativos de arrendamiento de los organizadores de fiestas externos.
El trabajo era muy exhaustivo, pero como cantan los expertos en ruido, los australianos de AC/DC, en su tema “Long way to the top“, “el camino a la cima” siempre es muy larga y se necesita mucha perseverancia para ser exitoso.
Finalmente, el letrado descubrió que en el reglamento del Parque Marítimo, propiedad del Ayuntamiento de la capital tinerfeña y de la Autoridad Portuaria, no tenía bases legales para la organización de fiestas en el recinto.
El Ayuntamiento realizó reformas constructivas y administrativas
Y que el espacio de las piscinas fue exclusivamente destinado como sitio de recreo y bienestar.
Como consecuencia, todas las fiestas celebradas en el Parque Marítimo desde su inauguración carecían de legalidad.
A continuación, este hecho provocó muchos debates en el Ayuntamiento y se despidió al gerente.
Hay que añadir que cosas similares también suceden en otros sitios.
En el palacio de congresos Magma de Adeje, acabado hace una década, se organizaron a lo largo de siete años festivales de música tecno.
El año pasado, la Subdelegación del Gobierno en Canarias paró el acto el miércoles anterior a la fiesta por falta de la licencia de apertura.
La repentina prohibición por motivos de seguridad, debido a un accidente con muertos en un festival muy parecido en Madrid, causó pérdidas inmensas a la empresa organizadora.
Pero animó a la competente Administración municipal a arreglar la situación a la manera de “curar es mejor que prevenir”.
En el caso del Parque Marítimo el juicio dio como resultado una reorganización de la administración.
En consecuencia, se cerró la instalación durante unos años para facilitar la reorganización administrativa y las reformas.
César Manrique diseñó el Parque Marítimo
Complicaciones como estas probablemente no pasaban por la cabeza del prestigioso artista César Manrique cuando empezó a proyectar este paisaje balneario que limita con el Castillo Negro y la Casa de la Pólvora, dos de los monumentos históricos más emblemáticos de la capital tinerfeña, ubicados en la zona donde desembarcaron los marineros ingleses para atacar a Santa Cruz en la batalla memorable del 25 de julio de 1797.
Desde siempre, la evolución del puerto, el motor económico de Santa Cruz, ha causado cambios de la zona litoral capitalina.
En este sentido, la creación del Parque Marítimo es fruto de la planificación urbanística del Barrio Cabo Llanos en un terreno que perteneció hasta 1992 a la refinería Cepsa.
El único vestigio del pasado industrial de esta zona es el gigantesco y redondo cubo del tanque 69.
Este edifico alberga un centro cultural, que se dedica a la presentación de la vanguardia de todas las disciplinas artísticas.
Además, alberga algunas de las edificaciones más importantes de la ciudad.
El prestigioso arquitecto valenciano Santiago Calatrava construyo el Recinto Ferial Internacional, una nave con techo de forma concha, inaugurado en 1996.
El Auditorio de Tenerife abrió sus puertas al público unos siete años más tarde.
Las dos grandes torres de una altura de 120 metros, acabadas en 2006, y varios centros comerciales.
También se encuentran en(tre) esta franja costera limitada por el parque Palmetum y la sucursal de El Corte Inglés.
El Parque Marítimo es un gigantesco complejo de ocio
En este conjunto arquitectónico, el Parque Marítimo, que entró en función hace unos veinte años, sirve como zona de recreo.
Probablemente, la instalación tiene su raíz en la visión de los técnicos de urbanismo para instalar en la capital una versión capitalina del Parque del Lago Martiánez.
Un indicio es la contratación del artista César Manrique, el responsable de este paisaje balneario portuense, una joya que tuvo una gran repercusión en su inauguración por el Ayuntamiento.
Hoy en día, el Parque Marítimo en Santa Cruz lleva el nombre de su diseñador.
El impresionante complejo de ocio de 22.000 metros cuadrados de extensión destaca por el respeto al entorno y a la armonía con la naturaleza canaria.
Está compuesto por un conjunto de piscinas, zonas de esparcimiento, restaurantes e instalaciones deportivas que lo configuran como el lugar ideal para celebrar todo tipo de actos como banquetes, cócteles, presentaciones de productos o actividades lúdicas.
El Parque Marítimo es también un ambiente apto para viajes de incentivo, actos posibles gracias a la modificación de los estatutos y probablemente necesarios para cubrir los costes.
(Publicado en Megawelle, 2011 – 2016)