Juntos en la misma dirección es el lema de una gran variedad de actividades para mejorar las relaciones sociales entre las personas.

La isla de Tenerife destaca por la diversidad de sus habitantes.

Hombres y mujeres, procedentes de más de cien naciones, comparten un espacio muy estrecho que limita con el mar y las montañas.

Los españoles que residen en la isla llevan un nivel de vida muy distinto.

La mayoría de los alemanes, escandinavos, ingleses o rusos pasan una estancia vacacional antes de trasladarse a la isla.

Muchos de ellos, tienen alguna propiedad, sobre todo los jubilados que disfrutan el ocaso de su vida en el ambiente acogedor de la isla tinerfeña.

Los residentes que provienen de países pertenecientes a la Unión Europea, tienen derecho a votar en las elecciones municipales.

Los problemas de este grupo son, principalmente, por los trámites administrativos de su propiedad, por la importación de bienes o coches y por la falta de comunicación entre las Administraciones y entidades bancarias de la isla con las homólogas en el país de origen.

Para el resto de los residentes extranjeros en Tenerife, la vida, a menudo, es mucho más complicada.

La vida cotidiana en otros países no es disfrutar de las vacaciones allí

Muchos de ellos necesitan un visado y no tienen el derecho de trabajar, garantizado a los “comunitarios” por la legislación europea. a situación legal de los inmigrantes llegados de América Latina, por ejemplo, que sin duda dominan el castellano perfectamente, no solamente es mucho más complicada, sino también es muy distinta.

El tratamiento administrativo de cada uno depende de su país de origen.

Periódicamente, los diarios informan sobre el rechazo de la policía de aduanas para permitir la entrada a los latinoamericanos que tienen su residencia habitual y su familia en territorio español tras una visita a sus parientes americanos.

En los países lejanos se difunden aires de ilusión y aventura, no obstante, pasar las vacaciones en las dependencias de extranjería no es lo mismo a la vida cotidiana en otro país.

Los inmigrantes tienen que adaptarse a otras, a menudo desconocidas, costumbres del resto de la población, pues forman parte de una sociedad que tiene una estructura, una historia y una cultura parcial o completamente diferente.

La integración en el mercado laboral depende del nivel de educación y de formación, que debe estar documentada y homologada.

La diversidad de culturas de otros países en la isla es muy enriquecedora, pero no hay que olvidar la cruz de las cosas.

Sobre todo, en épocas de vacas flacas.

Costumbres ajenas u otras creencias religiosas pueden alimentar prejuicios y estereotipos hacia las minorías.

Juntos en la misma dirección intenta mejorar la convivencia

La lengua es un arma muy poderosa que hay que utilizar con mucho tiento para evitar confusiones; expresiones metafóricas o palabras graciosas para ilustrar el contenido utilizadas en un momento inadecuado pueden ser ofensivas.

El estereotipo, la atribución generalizada de características de algunos miembros de un grupo a su conjunto, puede fácilmente convertirse en un prejuicio, una actitud hostil, desconfianza hacia una persona que pertenece a otro colectivo simplemente por su pertenencia a este grupo.

La difusión de prejuicios culmina en muchos casos en el rechazo a grupos de población y a la intolerancia y pueden desembocar en marginación y exclusión social.

Por supuesto, la discriminación cultural no se limita a la relación entre inmigrantes y locales; fenómenos como este se puede ver también entre diferentes grupos de inmigrantes, incluso en un grupo cuyos miembros son de la misma nacionalidad.

Conflictos políticos, culturales o religiosos pueden afectar a la vida en el exilio.

Una herramienta muy importante para crear una convivencia en armonía son las numerosas asociaciones de inmigrantes, fundadas en la isla de Tenerife con la intención de mejorar la integración y la convivencia.

“Juntos en la misma dirección” se llama el tejido social en red, que cuenta con el apoyo de organizaciones públicas y privadas comprometidas, como el Cabildo de Tenerife, la Universidad de La Laguna y diversos ayuntamientos de la isla.

Diálogo, comunicación y formación son los instrumentos para crear una sociedad más cohesionada con la participación de toda la población.

Un punto principal del trabajo es el barrio, el entorno más cercano a todas las personas.

Hay una amplia gama de asociaciones que cubren varios campos de trabajo, desde grupos con el objetivo de resolver problemas concretos hasta conjuntos que ofrecen actividades culturales.

Juntos en la misma dirección organiza una gran variedad de actividades

El Foro de Diálogo Interreligioso es el punto de encuentro de las confesiones, mientras el grupo para la recogida de material escolar tiene el objetivo de conseguir una enseñanza digna para los niños, cosa básica e imprescindible para la integración de la nueva generación en la sociedad tinerfeña.

“Amiguitos y Amiguitas” ofrecen actividades didácticas y lúdicas a los más pequeños para apoyar su autoestima y enseñarles las relaciones sociales.

Proyectos culturales como el grupo de teatro o iniciativas de radio sirven tanto para aumentar los conocimientos entre las culturas residentes en Tenerife como para mejorar la habilidad de expresarse en castellano.

Para dar más eficacia a la voz de los grupos, hace cinco años se fundó el Open Space, un foro gestionado desde Juntos en la misma dirección, un encuentro bianual intercultural de los grupos y las asociaciones para reflexionar, intercambiar tanto experiencias como ideas y encontrar inspiraciones para definir el rumbo de trabajo.

El seminario destaca por su ambiente lúdico y sereno. “Lluvia de ideas” se ha bautizado la inicial presentación de los proyectos, luego siguen grupos de trabajo.

Una herramienta fundamental del OPEN SPACE es su hoja de ruta para estructurar el evento, que normalmente tiene lugar un sábado, y ofrece una estrategia para el trabajo en general de cada grupo.

En esta hoja están anotadas las palabras clave y su sentido de forma siguiente:

Idea: ¿Qué?
Recursos humanos: ¿Con quién?
Destinarios: ¿Para quién?
Metodología: ¿Cómo?
Recursos materiales: ¿Con qué?
Tareas / Compromisos: ¿Qué hay que hacer?
Fundamentación: ¿Por qué?
Objetivos: ¿Para qué?
Indicadores: ¿Cómo sabremos si no ha funcionado?
Cronograma ¿Cuándo?
Localización: ¿Dónde?
Fuentes de financiación: ¿Cómo?
Es una lista que también cada empresa tiene que tener en cuenta antes de empezar.

(Publicado en Megawelle, 2011 – 2016)