La batucada Santuka durante una actuación en Santa Cruz

Se puede escuchar los tambores de la batucada Santuka desde lejos.

No es sorpresa. Un conjunto de unos veinte percusionistas no se reúne para practicar en voz baja.

La tranquilidad no tiene nada que ver con las actividades de “Santuka”.

Junto a Marakatu, la banda de percusión de Bajamar es una de las batucadas del norte de la isla.

Sus ritmos provienen de un estilo musical arraigado en Brasil.

La “batucada” es una manifestación musical de un grupo equipado de instrumentos de percusión.

Santuka:El colectivo utiliza tanto tambores de gran tamaño . . .
El colectivo utiliza tanto tambores de gran tamaño . . .
. . . como instrumentos de percusión mas finos
. . . como instrumentos de percusión más finos

Como la samba la batucada tiene su origen en las culturas africanas.

En el continente africano, formaciones de tambores están presentes en las festividades religiosas y populares desde siempre.

Floreciendo en el país amazónico, la batucada brasileña finalmente también llegó al viejo mundo.

Por eso, la batucada llamada “Santuka” también tiene raíces sudamericanas.

Según la leyenda, hace medio siglo, en el pueblo argentino de Atalaya, un grupo de amigos formó una comparsa para dar vida a los carnavales de la región con ritmos brasileiros.

Los orígenes de Santuka están en Sudamérica

Cuando los músicos dejaron su actividad, sus instrumentos se cubrieron de polvo en un viejo almacén.

Unas décadas más tarde los nietos de los protagonistas originales descubrieron estos instrumentos.

Uno de los nietos que resucitaron la batucada argentina, vino a Tenerife hace ocho años y fundó en Bajamar una banda percusionista que sigue la tradición arraigada en Atalaya.

Cuando comenzaron los primeros santukeiros, carecían de tambores.

Por ello, tocaron básicamente con cubos de basura, latas y todo tipo de material reciclado durante el primer año.

Desde entonces, “Santuka” ha encantado a su público frecuentemente.

El grupo ya tiene una gorda cartera de actuaciones que incluye la inauguración del Auditorio de Tenerife y el 15 cumpleaños del “Museo de la Ciencia y el Cosmos”.

La energía de sintonía de integrante es esencial
La energía de sintonía de integrante es esencial
El director de la batucada marca el compás
El director de la batucada marca el compás

Además, el colectivo actúa en innumerables pasacalles en todas las islas y la península.

La orquesta de tambores acompañó a una comparsa que recibió el tercer premio del concurso de Ritmo y Armonía del Carnaval de Santa Cruz.

La batucada es un estilo de vida

Desde el punto de vista legal, la banda percusionista, a la que pertenecen estudiantes, amas de casa y profesionales de varios sectores, está constituida como asociación sin ánimo de lucro.

Los socios pagan una cuota mensual. Los honorarios también sirven para cubrir las actividades.

Las motivaciones para asociarse al grupo son diferentes.

A unos les apetece tocar, otros usan los ritmos de la actividad musical, que requiere también fuerza física, para desahogarse de las fatigas cotidianas, liberándose de energías negativas.

“Santuka” representa otra manera, una postura diferente ante a la vida, una actitud arraigada en el espíritu del denominado verano del amor de entonces, con todas sus facetas positivas y sus desventajas.

“Cuando entras a “Santuka” coges el instrumento que a ti te gusta y empiezas a tocar”, dice Unai, que se dedicó a la dirección del conjunto.

No es fácil organizar a unas 30 personas que también tienen otros intereses, actividades y necesidades adicionales, aparte del pasatiempo musical que lleva dos ensayos semanales.

Eso también es la causa de los muy frecuentes cambios que sufre la configuración del reparto en las actuaciones.

En otras palabras: inquietudes personales provocan la­ gran fluctuación de los integrantes.

Modificaciones del modo de vivir y cambios de los intereses personales se reflejan también en el elenco de la batucada.

Muchos espectadores disfrutan de los  ritmos sudamericanos de la batucada
Muchos espectadores disfrutan de los ritmos sudamericanos de la batucada

Por otra parte, las actuaciones en directo animan a mucha gente asociarse al conjunto.

La consecuencia de este “venir y salir”, es que, al día de hoy, en España hay tres bandas que llevan la palabra Santuka en su nombre: “Santuka” en Tenerife, “Espiritu Santuka” en Andalucía y “Origen Santuka” en Gran Canaria.

El primer director de “Santuka”, Javi, más conocido por “El Pelao”, se mudó a Granada donde fundó la banda andaluza que cuenta con doce miembros.

Más tarde, uno de los puntales del grupo, Miguelo, se trasladó a Gran Canaria por motivos personales donde consolidó una banda de 35 personas.

El maquillaje corporal marca el nuevo espectáculo de Santuka

En noviembre se reúnen ambas bandas canarias, más algún integrante de Granada en el Festival WOMAD en Las Palmas.

Allí, durante tres días colaboran unos sesenta percusionistas para dar rienda suelta a sus ritmos y animar a unos miles de personas a bailar.

Estas actuaciones ya son leyenda. Entre el público del festival WOMAD hay mucha gente que espera que acaben los conciertos para bailar hasta el amanecer a los ritmos santukeiros.

El mejor modo de entender el carácter de “Santuka” es, probablemente, disfrutar de su producción predilecta, “Tambores Sagrados”.

Integrantes de la batucada Santuka durante una actuación en el Museo de la Ciencia y el Cosmos en La Laguna
Integrantes de la batucada Santuka durante una actuación en el Museo de la Ciencia y el Cosmos en La Laguna

Se trata de una coreografía de tribus que se pelean, acercan y mezclando comunicándose y expresándose solamente a través de sus tambores.

Maquillaje y disfraces no faltan en está escenografía, en la que el conjunto encarna a indios y egipcios, entre otros.

Actualmente “Santuka” representa su nuevo formato de espectáculo, “Santuka Colores”, que destaca por los cuerpos pintados de los músicos.

El espectáculo ya tuvo lugar en la última edición del festival de teatro de calle, MUECA, en el Puerto de la Cruz, donde Santuka ya es un asiduo.

(Publicado en El Guanche / Bajamar, 2008)