La historia de Tegueste tiene muchas facetas y protagonistas.
Por ejemplo el campesino Juan.
El medianero aparece de repente para invitar a los visitantes a seguirlo para mostrarles la Finca de los Zamoranos en el corazón del pueblo teguestero.
Su modo de andar, muy encorvado por el dolor de espalda, desvela que su vida está marcada por la faena agrícola muy dura, de sol a sol, y el agotamiento.
Con su calzado desgastado, da pasos muy torpes y con un bastón como apoyo en su mano derecha, el campesino dirige a los visitantes por toda la edificación principal del señorío de antaño, que en la actualidad sirve como museo.
Él les explica qué función cumplía cada rincón en su época.
También les muestra donde estaban anteriormente los establos del ganado y dónde se almacenaba la cosecha.
Luego desvela con un guiño de picardía donde pillaba, a escondidas, de vez en cuando, un poco de vino.
Su forma de hablar señala que es una persona muy arraigada al mundo rural de su época, el año 1820, sin conocimientos del mundo fuera de su pueblo.
Además, está muy acostumbrado a obedecer las órdenes del gerente que administra la finca por mandato de los propietarios.
A los dueños, que viven en La Laguna, la finca no les interesa mucho, excepto por las ganancias que genera tanto el cultivo de cereales como de frutas y por la ganadería.
La ruta teatralizada intenta recuperar las costumbres de entonces
A pesar de su devota actitud respecto a los superiores, Juan tiene su propia visión de la vida.
Él sabe perfectamente que “la mitad de la cosecha es para los propietarios, la otra mitad para vender y el resto que quede para nosotros”.
La actuación del campesino es el prólogo de la ruta teatralizada Tegueste y su gente: encuentros con el pasado de la compañía Zalatta Teatro.
La intención de la ruta es hacer comprender bien a los turistas y a los residentes tinerfeños la historia de Tegueste, ubicado a medio paso entre la zona costera y las montañas de Anaga.
En una época en la que cada día la vida cambia con más rapidez, la obra teatral tiene el objetivo de recuperar las costumbres del pueblo rural y la forma de vivir de entonces.
El desarrollo tecnológico del último medio siglo ha provocado un cambio tremendo de la vida cotidiana.
Los quehaceres, que entonces marcaban la rutina diaria, no solamente desaparecieron, sino, a menudo, parecen muy peculiares a las nuevas generaciones.
Los jóvenes, en su mayoría, no saben los esfuerzos que entonces eran necesarios para satisfacer las necesidades básicas.
Ellos no han vivido en primera persona las faenas, entonces esenciales, pero obsoletos en tiempos de una tecnología que ofrece la posibilidad de lograr el mismo resultado empujando un botón o una tecla.
La historia de Tegueste está marcado por la vida rural
No obstante, conocer la historia de Tegueste, el pasado y las condiciones de la vida de los padres y abuelos, es básico para evaluar la actualidad, sobre todo en Canarias.
En el archipiélago, la vida cambió mucho más repentinamente y mucho más rápidamente debido a la situación geográfica ultralejana respecto a otras regiones.
Al medianero del siglo XIX le sigue la lechera del año 1910.
El grupo acompaña a la mujer en su recorrido por el pueblo, pasando por sitios típicos que marcan el pueblo hasta la actualidad.
No obstante, las palabras de Feliciana muestran que la vida de los paisanos de Tegueste casi no ha cambiado a largo de estos noventa años.
Durante la ruta, la lechera, muy cotilla, charla con vecinos, trayendo y llevando los últimos chismes.
Ella también se lamenta del camino, muy escarpado y con campo a través traviesa, hasta el mercado de La Laguna, por lo hay que transportar el jarro con el precioso liquido de leche en la cabeza.
En la iglesia de plaza la Placeta cuenta que le da miedo la brujería.
A pesar de su creencia en la fe cristiana, la superstición afectaba mucho a los campesinos.
Los fenómenos de la naturaleza espantaban mucho a los campesinos que tenían que trabajar muy duro para poder comer.
Junto a Feliciana, el conjunto pasa por el barranco Los Pilones, donde hay muchos yacimientos guanches.
Allí, entonces, una tribu de los aborígenes tinerfeños habitó en las cuevas liderados por un mencey.
En los días antes de la conquista, la vida de los primeros pobladores españoles no era sencilla, dado que los guanches eran pendencieros y muy luchadores.
Se trasladó el centro del pueblo unos cientos metros hacia abajo
Muy cerca, en la Arañita, debajo de una gran palmera y un drago muy pintoresco, se encontraban pilas donde todas las mujeres del pueblo lavaban la ropa.
Por supuesto, este sitio servía también para el intercambio de los cotilleos del día.
Sorprendentemente, al principio, el núcleo urbano de Tegueste se encontraba en esta zona, como muestran las casas más antiguas del pueblo.
Debido a su lejanía de la carretera de La Laguna por falta de un puente sobre el barranco, se trasladó el centro del pueblo unos cientos metros hacia abajo a la actual plaza de San Marcos.
El puente de Palo, hecho de madera, que enlaza los dos barrios, separados por un barranco muy hondo y de aspecto romántico, visualiza de forma impactante la desfavorable comunicación vial del primer núcleo teguestero.
En el puente, don Pedro Febles, el alcalde que regía el pueblo en 1855, saluda a los excursionistas.
Al contrario de los protagonistas anteriores, el discurso del regidor local no se centra en la vida cotidiana, sino en los aspectos administrativos-contenciosos de entonces.
Las Cortes de Cádiz también afectaron a la historia de Tegueste
El año 1812, las Cortes de Cádiz aprobaron la primera Constitución española, un acontecimiento que también tuvo una gran repercusión en la organización de la administración tinerfeña.
Por eso, el alcalde de Tegueste lamenta la falta de medios para ejecutar obras.
Además añade que hay que animar a los vecinos a arrimar el hombro, a pesar de ser pobres, para no perder la independencia municipal como les pasó a muchos otros pueblos tinerfeños.
Para mantener la autonomía, es imprescindible que el Ayuntamiento contrate a un fiel de fechos (secretario), un empleado adicional que sabe leer y escribir para apoyar al alcalde.
Encontrar a una persona apta no es sencillo en una época que destaca por la carencia de educación y formación.
Otros problemas de Febles son los litigos con la Diputación Provincial y con el municipio cercano de La Laguna respecto a las competencias.
La ruta teatralizada ofrece una retrospectiva amena y divertida de la historia del pueblo teguestero.
Los visitantes también llegan a conocer los sitios más emblemáticos de la historia de Tegueste, a veces ubicados en zonas que incluso muchos vecinos del pueblo no conocen.
Porque Tegueste ha crecido mucho en las últimas décadas.
Como la mayoría de los municipios del archipiélago.
(Publicado en Megawelle, 2011 – 2016)