En las fiestas populares de las islas Canarias, los habitantes de los pueblos y de los municipios celebran sus costumbres tradicionales. Muchas veces, la competición del Arrastre del Ganado, un deporte autóctono muy popular, es uno de los platos fuertes.
El concurso consiste en el desplazamiento de una carga muy pesada por una yunta de bovinos.
En Canarias el deporte autóctono, tanto el Arrastre como el Juego de Palo, tiene sus raíces en un
trabajo de la vida cotidiana que posteriormente se transformó en una disciplina deportiva.
Además, el Arrastre del Ganado tiene un aspecto nostálgico.
Los concursos recuerdan a la época de bonanza de la ganadería en Canarias.
Hace unos sesenta años el censo bovino contaba con unas 50.000 cabezas en las islas.
Hoy en día, hay unos 4.500 ejemplares, una cuarta parte de ellos pertenecen a la raza bovina canaria.
El principal ganado de los guanches eran los caprinos y las ovejas; no tenían ni vacas ni toros.
El Arrastre es un deporte autóctono arraigado en el pasado
La historia del sector vacuno en el archipiélago empieza con la conquista castellana.
Los españoles trajeron los bovinos de la península para abastecerse de carne y leche.
Los colonizadores establecieron, incluso, normas para la tenencia de los bovinos, para el desarrollo del pastoreo, la venta de la carne, la utilización de los cueros y para los desperfectos que los animales pudieran ocasionar en otras fincas.
El ganado era garante de carne y de leche, alimentos primordiales, y además de ser usado para el trabajo en el campo..
Incluso el conquistador y primer regidor de Canarias, Fernández de Lugo, decretó que se llevaran los bovinos a una distancia mínima de los límites del termino de La Laguna para evitar los destrozos que estos podían hacer al pastar solos en las dehesas o al escapar y en entrar en los cultivos de cereales
que podría provocar una posterior escasez de pan.
Por falta de un número suficiente de caballos, los agricultores se aprovechaban los bovinos para labrar la tierra.
Las yuntas de bovinos tiraban tanto de los arados en los campos como de las trillas en las eras y servían como animales de tiro para mercancía o materiales de construcción, por ejemplo.
Para transportar las cargas en terrenos escarpados se utilizaba la “corsa”, en vez de carretas, una forma de trineo, hecho de palos y listones, arrastrado por una yunta sobre el suelo.
Al equipo de arrastre pertenece el yugo con sus diferentes accesorios como coyundas y frontiles, herramientas imprescindibles para conducir una pareja de animales muy pesados.
Hace unos cincuenta años, el panorama de la agricultura canaria cambió por completo.
En Canarias, los mercados de ganado ya desaparecieron
El turismo atrajo mucha mano de obra y sustituyó a la agricultura como factor económico más importante.
Por el vertiginoso crecimiento de la población en aquel momento, Tenerife tiene que importar más que noventa por ciento de los comestibles consumidos en la isla.
Los grandes mercados de ganado desaparecieron también por otra causa.
La integración de España en Unión Europea obligó los ganaderos canarios a someterse a la política de subvenciones, con la consecuencia de reducir su producción.
Por otro lado, están afectados por un Régimen Específico de Abastecimiento, que tiene su legitimidad en el estatus jurídico de la ubicación ultraperiférica de las Islas Canarias.
Este régimen facilita la importación de grandes cantidades de productos vacunos, exentas de aranceles,
al archipiélago, productos que provienen de países que no pertenecen a la Unión Europea.
Por no tener las regulaciones estrictas de la Unión Europea, los ganaderos de terceros países, pueden ofrecer precios mucho más económicos que los criadores canarios.
En la actualidad, los bovinos no tienen gran importancia económica en el archipiélago.
Hay muchos más criadores de caprinos y ovejas y existe una avicultura que produce un millón de ejemplares al año, pollos y gallinas que dan huevos o acaban como carne en el plato.
En las últimas dos décadas se han fundado varias asociaciones y federaciones para mantener el sector vacuno y recuperar su peso perdido.
El Arrastre es un deporte autóctono con reglas muy complejas
La Asociación Nacional de Criadores (ACA) creó un Libro Genealógico para definir un estándar racial para la raza Bovina Canaria.
Un documento como este nunca antes había existido.
La vaca canaria actual tiene su tronco originario en el cruzamiento arbitrario de las razas bovinas de la península, a lo que se añadieron influencias de animales portugueses e ingleses.
No obstante, no es posible determinar con exactitud un lugar de procedencia, porque los colonos, quienes vinieron de varios lugares, cruzaron animales de forma muy arbitraria a lo largo de los últimos quinientos años.
Además, se estableció el Arrastre del Ganado como disciplina deportiva autóctona, como la lucha canaria o el salto del pastor, entre otros.
La correspondiente Federación de Arrastre, a la que pertenecen ganaderos de Tenerife, Gran Canaria y La Palma, existe desde hace quince años y tiene su sede en La Laguna.
El campo lagunero es la zona en la que la mayoría de los ganaderos desde siempre tenía su ubicación.
En el reglamento constan todos los detalles del deporte y sus circunstancias, entre ellas, las medidas del terrero.
Cada yunta tiene que pasar por un recorrido de setenta metros compuesto por dos rectas.
El cuerpo de jueces está compuesto por seis personas, responsables de la medición del tiempo y el control del peso, entre otras cuestiones.
La yunta dirigida por el “guayero”, está definida como un “emparejamiento de dos animales, preferentemente ganado autóctono de Canarias, del mismo sexo”.
La temporada del Arrastre del Ganado acaba en septiembre
Los animales están clasificados en diferentes categorías, “en concordancia con su desarrollo corporal, su esfuerzo y su capacidad de tiro.”
La gama de peso se extiende de seis sacos de 100 kg hasta un máximo de 1.100 kilos.
El arrastre deportivo está arraigado en la rivalidad de los guayeros del pasado, siempre ávidos de medir sus habilidades.
Las primeras pruebas tuvieron lugar en los años cuarenta del siglo pasado, muchas veces en el marco de ferias del ganado.
Una localidad muy popular para la celebración de las pruebas era La Laguna, concretamente en la plaza del Cristo, que tenía entonces un aspecto completamente diferente al poco confortable de la actualidad.
La temporada de los concursos del Arrastre del Ganado empieza en enero y concluye en septiembre.
En Tenerife hay un gran número de pruebas: en el suelo arenoso enfrente del Mercado de Agricultor en Tacoronte; en los adoquines del puerto de Garachico o en el asfalto de la calle principal delante del mercado de El Sauzal, entre otros.
En septiembre se celebra la gran final de temporada del Arrastre del Ganado en el terrero de la Casa del Ganado en La Laguna.
El concurso forma parte de las Fiestas del Cristo de la ciudad universitaria tinerfeña.
Publicado en Megawelle, 2011 – 2016)