Recientemente se ha construido un moderno tranvía en Tenerife entre Santa Cruz y La Laguna para dinamizar el transporte público.
El proyecto no está exento de polémica.
No obstante muchos desconocen que ya existía un tranvia l eléctrico en el marco del transporte público de la isla, puesto en funcionamiento hace más de un siglo.
La historia del transporte público tinerfeño comienza en 1884.
Ese año, un carruaje con cinco personas tirado de un caballo partió por primera vez de Santa Cruz.
Tardó un día hasta los viajeros llegar a su destino en La Laguna.
El año siguiente, ya varias empresas transportaron 16.000 pasajeros entre Santa Cruz y La Orotava y la prensa elogia a extraordinaria rapidez.
En 1898 empezaron los primeros proyectos respecto a un tranvía eléctrico entre Santa Cruz e Icod de los Vinos.
El 7 de abril de 1901, tras un período de construcción de un año y medio, entró en funcionamiento el tranvía que conectó el puerto de Santa Cruz con la iglesia de la Concepción de La Laguna en unos 34 minutos.
El 27 de julio de 1904 se inauguró el segundo tramo entre La Laguna y Tacoronte.
El transporte público floreció, los coche vinieron más tarde
En los siguientes 50 años, el tranvía fue la conexión de transporte más importante de Tenerife.
En el verano de 1942 se registró una media de 13.588 pasajeros diarios.
El tranvía transportaba también mercancía.
En 1950 la red de rutas era de 21 kilómetros, había estaciones en Santa Cruz, La Laguna, La Cuesta y Tacoronte.
A finales de la década de 1950, el ómnibus sustituyo el tranvía.
La primera conexión de autobús entre Santa Cruz y La Orotava ya se había establecido en 1902.
Pero se consideró innecesaria debido al buen funcionamiento de la interacción entre carruajes y tranvías.
Además, los tinerfeños ya no estaban acostumbrados a los coches.
El primer turismo se matriculó en 1905.
El viaje del rey Alfonso XIII a Tenerife por automóvil en el año siguiente causó mucha senación.
En 1911, la zona entre La Laguna y La Orotava contó 43 vehículos a motor matriculados.
Al año siguiente, se promulgaron las primeras cuatro reglas de tráfico.
La velocidad máxima era de 12 km/h.
A fines de la década de 1920, empresarios privados descubrieron el transporte de pasajeros como negocio y adquirieron concesiones de transporte local.
Las primeras rutas iban desde Santa Cruz a Buenavista y Arico.
En la década de 1930 se instaló la red de autobuses en las inmediaciones de La Laguna.
En 1942 se fundó la primera empresa de transporte insular, de la que surgió hace 27 años la actual TITSA.
(La versión alemana publicada en Teneriffa Panorama, 2004 – 2007)