Semanas antes de las fiestas, los carteles del Carnaval anuncian la fiesta que ya está por venir.
Los soportes publicitarios visualizan el lema y el tema de la fiesta.
Ambos componentes cambian cada año. En la mayoría de los casos eso vale también para su realizador.
Los artistas responsables del cartel estaban encargados por el ayuntamiento.
O son ganadores del concurso correspondiente.
A lo largo de los años, se han aplicado ambas modalidades.
Muchos motivos de carteles de las fiestas del Carnaval chicharrero ya están inmortalizadas en el espacio público capitalino de Tenerife.
Hay recreaciones en azulejo de muchos motivos en la acera de la Avenida Maritma frente al Recinto Ferial de la capital insular.
Algunas están reproducidas en el marco de esta contribución del blog ondaelmar.org.
A lo largo del tiempo, la fiesta carnavalera y sus aficionados vivieron muchos altibajos.
Tras la Guerra Civil las autoridades prohibieron la fiesta.
Pasaron unas tres décadas hasta su reintroducción en la vida pública bajo el más tímido lema de “Fiestas de Invierno” en 1965.
Tras la muerte de Franco en 1976, la fiesta de disfraces quitó su máscara protectora y volvió a llamarse “Carnaval”.
Posteriormente recibió el título de “Fiesta de Interés Turístico Nacional”.
(La versión alemana publicada en Teneriffa Panorama, 2004 – 2007)