Los nombres tienen una gran variedad de significados, Sirvan como señal de identificación, distintivo de personalización o marca casera. Como marca de municipio, por ejemplo.
Vivimos en una época, marcada por una exagerada estimulación en todas partes.
Eso obliga a empresas y entidades de cualquier tipo a hacerse cada día más visibles para distinguirse de la competencia.
Una herramienta para lograrlo es establecer la marca propia.
En ese sentido destinos turísticos, pueblos, ciudades y municipios no tienen mucho más que su nombre para crear su marca casera.
Probablemente por eso, muchos municipios, grandes y pequeños, colocan el nombre con letras gigantescas en lugares muy frecuentados.
Exponer la marca casera con fines publicitarios
La Matanza incluso se aprovecha de un acontecimiento histórico, la escaramuza entre conquistadores e indígenas a la que debe el municipio su nombre.
Un mural del puente al lado de la salida de la autopista TF 5 conmemora a la legendaria batalla.
La imagen llama mucha atención.
Probablemente por eso, dos municipios colindantes vecinos decoraron sus salidas de la autopista con interpretaciones artísticas del topónimo.
No obstante, hay varias formas y métodos de grabar el nombre del municipio en los cerebros de los que pasan por las calles, carreteras y autopistas del municipio.
Los Realejos ha puesto su nombre en grandísimas letras en un muro al lado de la autopista.
Probablemente para escapar de su fama de pueblo dormitorio.
Además, en la entrada, pequeños letreros de metal indican que el genio universal de Tenerife, Viera y Clavijo, nació en el pueblo.
Güímar apuesta por el mismo concepto.
Al principio, se puso el nombre municipal de forma muy sutil y en muy pequeñas letras azules en el muro del pequeño parque, construido en honor a la fallecida alcaldesa Tita Díaz.
Un poco más tarde se colocó al otro lado de la carretera una gran valla publicitaria, iluminada de noche, para enfatizar el nombre del municipio.
(La versión alemana publicada en Megawelle, 2011 – 2016)
