Manuel Fraga no visitó el Loro Parque para disfrutar de los grandes animales. Tras las elecciones municipales, el fundador del Partido Popular viajó al Puerto de la Cruz como invitado en el marco de las negociaciones de pacto para formar gobierno.
¿De verdad, la telenovela en el norte de la isla ha acabado?
En los últimos años, la política municipal del tradicional pueblo turístico, el Puerto de la Cruz, ofreció a la audiencia un espectáculo con gran valor de diversión.
Sin embargo, la cultura de debate practicada no benefició a la ciudadanía.
Eso puede cambiar, porque Marcos Brito (CC), el autocrático alcalde de la vieja escuela, perdió su cargo.
Las aspirantes de PSC, Lola Padrón y PP, Eva Navarro, acordaron una coalición que muchos observadores califican de “antinatural”.
Esto no es de extrañar, ya que ambos partidos son adversarios, en la lucha por presidir el gobierno tanto de España como de Canarias.
Por supuesto, dada la historia, los comicios en el pueblo de Playa Jardín y en el de Playa Martianez tuvieron toques de telenovela.
Tras las últimas elecciones, Marcos Brito y Eva Navarro formaron una coalición que se disolvió 18 meses más tarde por las disputas entre ambos líderes.
Brito solo pudo mantenerse en el poder por lograrse ganar a un concejal de los populares.
Sospechando traición y fraude, eso provocó protestas en el PP en todas partes de Canarias.
Mucha falta de sintonía en el Ayuntamiento portuense
Es más, Marcos Brito no actuó muy afortunado en el período que siguió.
Un ejemplo es el puerto, proyectado frente a la céntrica Plaza del Charco, que se convirtió en un puerto deportivo y no, como muchos querían, en un puerto de transbordo y comercial.
Brito en particular es culpado por esto.
Incluso su compañero nacionalista, el presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, atestiguó que el anterior señor del ayuntamiento en la Plaza de Europa carecía de sentido político y habilidad táctica en este asunto.
Sin embargo, el cambio del regente en las Casas Consistoriales portuenses también demuestra que la soberbia precede a la caída.
A solo 14 días de las elecciones, Marcos Brito se partió de risa cuando se mencionó el nombre de su principal rival, Lola Padrón.
No se equivocó por completo, porque Coalición Canaria mantuvo su cuota de voto.
En cambio, el PP perdió un mandato a los socialistas.
Al final, el PSC y CC tuvieron 10 mandatos, cada uno, el PP dos.
Manuel Fraga, invitado de lujo para formar gobierno
En otras épocas, eso hubiera desembocado en una nueva edición del pacto entre CC y los populares.
Pero Eva Navarro no quería eso en absoluto e invitó a Manuel Fraga al Loro Parque.
El ex presidente del Galicia, ministro de Turismo, tanto durante el franquismo como tras el final de la dictadura, jugó durante décadas un papel muy parecido a lo que encarnó el bávaro Franz Josef Strauss en la política alemana.
Y sucedió lo que tenía que suceder: el señor Fraga afirmó a los periodistas canarios que el ex presidente del Gobierno socialista Felipe González, contra el que había perdido las elecciones hace un cuarto de siglo, es en realidad buena persona.
Dada la situación política general, hubo algunas llamadas telefónicas entre el PP tinerfeño y la sede de Madrid para evitar el pacto entre las dos mujeres.
Marcos Brito también ofreció su renuncia.
Pero todo eso parecía más una resistencia simbólica para que los líderes de los populares pudieran salvar las apariencias.
Quizás las diferentes experiencias políticas de los actores principales son las raíces del nuevo gobierno municipal portuense.
(La versión alemana, publicada en Teneriffas Neue Presse en 2007)