A Alejandro encanta la hipoterapia. Cada vez que el chico monta a caballo vuelve a deleitarse.
Al principio, los movimientos y los cambios de sentido asombraban mucho al chico de diez años, sentado en el caballo India, que se desplaza pasando por la tienda blanca.
Mira de sorpresa, a menudo, cuando siente los cambios en los movimientos de la yegua pía.
Alejandro sufre del síndrome de Down, un defecto genético que causa trastornos de la percepción, de la adaptación social y de la movilidad.
Al cabo de un rato se le pasa una pelota al chico, quien se sorprende muchísimo: “¿Qué hay que hacer?”
Lo cierto es que es mucho más complicado mantener el equilibrio con un objeto en las manos.
Pero las cosas ya van muy bien.
Alejandro ha evolucionado mucho a lo largo de su terapia.
Un poco más tarde, se le pide que tire bolos de varios colores, que están en la arena marrón, junto a los cascos de India.
Realmente, ¡es una cosa muy complicada!
¿Dónde se encuentran esos bolos exactamente?
El chico tiene que inclinarse muy abajo para descubrirlos en una superficie parda que parece un inmenso mar hecho de arena.
Estimular la sensibilidad táctil, visual, auditiva y mejorar la atención
Concentrarse en esta tarea es un gran esfuerzo para Alejandro, un chico que está siempre ocupado, mejor dicho despistado, para percibir también los otros estímulos y sonidos que ofrece el entorno.
Hay que decirle muchas veces al chico pequeño de gafas grandes que es muy importante subir el pequeño podio que se encuentra en la parte trasera de la tienda.
De otra manera, no es posible apoyarse para montarse en el caballo.
No obstante, anteriormente hay que ponerle y fijarle el casco de forma correcta.
Eso tampoco puede hacerlo por sí mismo.
Por supuesto, Alejandro no dirige el sentido y la velocidad del caballo mediante las riendas y la presión de los muslos como lo hace el jinete normalmente.
La asistente Susi guía la yegua India por el picadero sujeta por la correa.
Susi sigue las instrucciones de Stefanie Hymer, kinesioterapeuta alemana y experta en educación física especializada en intervenciones asistidas con caballos de la Federación Española de Terapias Ecuestres (FETE).
Desde hace seis años, Stefanie Hymer ofrece hipoterapia y equitación adaptada en el centro de equitación Altoanna, ubicado en la carretera que conecta el barrio de La Laguna, El Ortigal, con La Esperanza.
La hipoterapia está basada en el intercambio entre el hombre y el caballo
Las terapias se realizan en un lugar protegido de la intemperie, una tienda adquirida gracias al apoyo de un gran número de instituciones y empresas privadas.
La equitación es un medio muy apto para el trabajo terapéutico con discapacitados, que se distingue de la mayoría de las disciplinas deportivas, como el atletismo, el boxeo o la natación, por la carga pasiva de los músculos.
En otras palabras: los músculos del jinete no se mueven de forma consciente e intencionada, sino que reaccionan al ritmo y al movimiento del caballo.
El hombre siempre tiene que responder a los movimientos del animal e incluirlos en sus acciones para mantener el equilibrio y la capacidad de dirigir al caballo.
“Este intercambio es esencial para nuestro trabajo”, subraya la terapeuta Stefanie Hymer.
La terapia asistida con caballos se divide en tres áreas, dependiendo de la patología del paciente.
La hipoterapía es un tratamiento individual utilizado para la rehabilitación de pacientes con daños cerebrales, con enfermedades neurodegenerativas y traumatológicas a través de la cadencia de los pasos del caballo.
Para esto se aprovechan los movimientos tridimensionales del caballo y se consigue estimular el aparato locomotor, ya que los movimientos del caballo al paso son los únicos semejantes a los humanos. Su efecto en todo el cuerpo es profundo.
La Equitación psicopedagógica es un método que aprovecha el contacto y el trabajo con el caballo, y la motivación que este genera, para apoyar a las personas afectadas por alguna discapacidad o problemas de adaptación social.
Ayuda con problemas de aprendizaje y adaptación.
La hipoterapia es una forma de integración social
La terapia estimula la afectividad, mejora la atención y concentración, estimula la sensibilidad táctil, visual, auditiva, ayuda al aprendizaje pautado de acciones y aumenta la capacidad de independencia.
La equitación adaptada se dirige a personas que practican la equitación, pero que precisan adaptaciones para acceder al caballo por su discapacidad.
Terapias que sirven tanto a niños como a adultos, incluso a personas de tercera edad.
Hay sesiones de hipoterapia individuales y para grupos.
Alejandro por ejemplo comparte el caballo durante la sesión de terapia con Bárbara.
La chica tiene unos años más y ya se sienta firme en el caballo.
Normalmente sabe lo que Stefanie quiere comunicar con sus instrucciones, pero no siempre es capaz de realizarlo.
En la última etapa de las sesiones de las terapias con Bárbara, sostiene la correa de India en sus manos para dirigir a la yegua por la pista de equitación, un ejercicio para aumentar su autoestima y capacidad de liderazgo.
Al final, los “jinetes” acarician a India, una práctica para adaptarse a la cercanía emocional, para aprender y mejorar la adaptación social.
Más informaciones sobre la hipoterapia:
www.altoanna.com
email: te_anima@yahoo.es
(Publicado en Megawelle, 2011 – 2016)