El Bluetrail es un reto muy particular que no tiene mucho que ver con el senderismo.
Claro que sí, el senderismo y el trail tienen mucho en común, pero hay también diferencias.
El senderista camina muy despacio para gozar el paisaje.
La lentitud le ayuda mucho a disfrutar la plenitud de la naturaleza.
Además, busca tranquilidad y recreo para cargar las pilas.
Los aficionados del trail también dan sus vueltas al aire libre, pero ellos corren por las pistas, no buscan el sosiego espiritual, sino que se enfrentan a otros retos y desafíos.
El trail es una disciplina deportiva que requiere mucha resistencia física y mental.
La pasión de los deportistas es superar un recorrido muy largo por un salvaje terreno, lleno de trabas y obstáculos.
Haciendo frente a diferentes fenómenos meteorológicos, como viento, lluvia y calor, para llegar al fin y al cabo a la meta.
Aunque hay un gran número de concursos en este ámbito deportivo.
Una competencia de gran renombre a nivel internacional es Tenerife Bluetrail que tendrá lugar el 24 de octubre y que consiste de varias disciplinas.
Tenerife Blue Trail requiere una adecuada preparación
La participación en un trail requiere una adecuada preparación.
Por eso, el mes de julio, la Consejería de Deporte del Cabildo de Tenerife, responsable de la organización de Bluetrail, invitó a un primer entrenamiento en el Parque Nacional de las Cañadas del Teide, en la que participó también el redactor de la revista Megawelle.
El reto le pareció viable.
Según el dosier de prensa correspondiente, se trataba de un recorrido de 14 kilómetros desde el hotel Parador, ubicado a la altura de 2.150 m por el Pico Viejo (3.150 m), hasta el Centro de Información en El Portillo.
La duración proyectada eran cinco horas.
El texto también mencionaba que el entrenamiento pasaría por La Rambleta y por Montaña Blanca, lugares que el meticuloso periodista no sabía ni sentía la necesidad de conocer.
Un sábado muy temprano, el redactor subió a la guagua para llegar al punto de salida en el Parque Nacional, en compañía de unos veinte deportistas.
Se trataba de atletas que tenían mucha más preparación y experiencia en este ámbito que el periodista.
Aunque un ciego se habría dado cuenta de eso a primera vista.
A las ocho y media empieza la aventura
Durante el trayecto, las conversaciones trataron de subidas extremamente empinadas, de rutas de unos cincuenta kilómetros o más y condiciones meteorológicas muy duras. Todo el mundo parecía preparado.
Las mochilas, donde se llevaban los víveres y el móvil, herramienta imprescindible en caso de emergencia, eran extremamente pequeñas.
Algunos llevaban el agua en botellas muy raras, unos envases flexibles hechos de plástico, colgados en el pecho y equipados de mangas suficientemente largas para llegar hasta la boca.
Antes de la salida, durante una breve reunión, el monitor Ángel dio las últimas instrucciones para “este ligero entrenamiento”.
A las ocho y media, el grupo con el monitor Ángel a la cabeza, se puso en movimiento, mientras los primeros rayos del sol lograban subir sobre los picos y las crestas de las montañas que rodean la caldera que forma el corazón del Parque Nacional de las Cañadas del Teide.
A esa hora, toda la zona está sumergida en un silencio muy acogedor, muy lejos del jaleo que va a empezar un rato más tarde cuando lleguen los primeros coches y las guaguas de los turistas, ávidos de documentar con sus cámaras y móviles las sensaciones que ofrece este sitio de únicos monumentos de naturaleza.
La primera etapa es muy sencilla.
Todo el mundo corre por una pista, plana y rodeada de arbustos de tabaiba, mientras al lado derecho saludan de cerca los Roques de García, uno de los motivos fotográficos más populares que ofrece Tenerife.
El entrenamiento para el Bluetrail empieza la muy suave
Tras unos dos kilómetros empieza la primera subida suave. Aquí se da cuenta que las plantillas de los zapatos son una herramienta esencial para el trail.
Además, hay que saber cómo pisar en el suelo para tener apoyo.
Al contrario que los recorridos por pistas de asfalto o hechas de losas, la consistencia del suelo durante los trails frecuentemente cambia. Se pasa por varias formas de arena, por callao y por suelos pedregosos.
Eso hay que tenerlo en cuenta.
Por supuesto, la lluvia, el sol y el viento también afectan tanto al suelo como al deportista.
Hay siempre que estar muy atento para evitar resbalarse.
En un terreno muy empinado incluso es posible que se suelten piedras que caigan y pongan en peligro a los compañeros detrás de ti.
Mientras al comienzo todos corren juntos, tras las primeras subidas el grupo se extiende en una fila más larga con cada paso.
De repente me doy cuenta que yo soy el colista, acompañado por el monitor responsable de evitar que los últimos se pierdan.
Por falta de experiencia, de vez en cuando pierdo el rumbo y salgo del sendero, indicado por pequeñas estatuas de piedras.
Sobre todo, cuando todo el terreno está cubierto de rocas, no es sencillo encontrar la pista.
En este momento, cuando se pasa a campo a través y por caminos ásperos en extremo, los modernos bastones inspirados en el esquí son muy útiles para garantizar un apoyo firme.
Cuanto más subo más me doy cuenta de que hay otro factor que afecta a los movimientos, aparte de la consistencia del suelo y de la inclinación del terreno.
No estoy mareado, pero a veces me siento un poco raro.
Mis movimientos tienen que ser a cámara lenta
Claro, yo sé que en la alta montaña el aire es más fino que en la zona costera, pero hasta el momento no he vivido la experiencia de llegar de pie a un destino ubicado a una altura de unos tres mil metros.
A veces, los compañeros me preguntan si soy capaz de seguir.
Claro que sí; pero no puedo negar que las pausas aumentan.
Yo sé que no solo me muevo a paso de tortuga, sino que a veces creo que mis movimientos tienen que ser a cámara lenta.
Sobre todo, durante el último trozo, donde hay que subir sobre una cantidad de grandes rocas que cubren el terreno.
Incluso en pleno verano, en estas alturas soplan frescas brisas.
Repentinamente veo un cartel y llegamos a un mirador, luego puedo ver una colina blanca y también un gran poste que pertenece al teleférico.
A las doce menos cuarto llego a la estación en el Pico del Teide, ubicada a una altura de 3.555 m. Cuando llego, los otros se han ido de este lugar hace muchísimo tiempo.
Por eso, no hay otro remedio que aceptar la invitación de bajar del Teide en una cabina del teleférico para evitar que el regreso de los cracs de trail se retrase solamente por culpa mía.
Más tarde me entero que la subida eran unos 10 km y la distancia total unos 24 km, no obstante, para el resto de grupo no era un problema finalizar la distancia completa en cinco horas.
El Tenerife Bluetrail cuenta con una gran variedad de modalidades
El recorrido de este “entrenamiento ligero” es el ecuador de la modalidad ULTRA del Tenerife Bluetrail, una ruta de unos 97 km (67 % sendero, 19 % pista, 14 % asfalto) que comienza en la costa de Los Cristianos, pasa por Vilaflor y el Teide, la Ladera de Tigaiga y la Rambla de Castro para acabar en el Puerto de la Cruz.
El tiempo máximo para la finalización son 23 horas.
Hay que añadir que a finales de octubre el clima afecta mucho más a los atletas que en los meses estivales.
Mientras que en las costas hace mucho calor, en la alta montaña ya soplan brisas muy frías.
Las otras modalidades del Bluetrail no superan la altura de 1.600 m y pasan por los montes que rodean el Valle de La Orotava. Los 43 km del TRAIL empiezan en Aguamansa.
El tiempo máximo para el trayecto con una subida acumulada de 2.355 m son nueve horas. La modalidad MEDIA del Bluetrail es de unos 20 km, pasa por el mirador Lance, un popular punto de despegue de los parapentistas.
El desnivel de subida acumulada son 1,224 m, la duración máxima son 4 horas.
Además hay una disciplina de Bluetrail para personas con discapacidad, la modalidad ADAPTADA .
Los participantes pasan por los 4 km de tierra y asfalto en sus handbikes o bicicletas de mano.
El concurso pone el foco sobre la gran variedad paisajística de Tenerife
El Tenerife Bluetrail no es solo una competición para los aficionados de una disciplina deportiva muy exigente, sino que sirve también como plataforma para poner el foco de atención sobre la gran variedad paisajística que ofrece Tenerife: las magnificas playas, tanto en el norte como en el sur de Tenerife, las hermosas franjas costeras, los bosques impresionantes de la corona forestal y la singular belleza del Parque Nacional de las Cañadas del Teide, un paisaje modelado por las inmensas fuerzas y el poder, salvaje e impetuoso, de los fenómenos volcánicos que también han creado la isla, forman el decorado por donde pasan atletas que destacan por su sobresaliente resistencia física y su férrea fuerza de voluntad.
Incluso los espectadores al borde de la pista, que animan a los deportistas, están hechizados por la pasión que difunde esta disciplina deportiva.
www.tenerifebluetrail.com
(Publicado en Megawelle 2011-2016)