La escultura El sueño de Europa

Una obra de arte puede cumplir una gran variedad de funciones. Sobre todo en el espacio público.

Desde de la antigüedad, la plaza sirve como punto de encuentro en el entorno urbano.

A menudo, tiene una obra de arte en su centro para atraer las miradas.

La emblemática y enigmática plaza de Europa de Santa Cruz de Tenerife, cuyo tramo final del Barranco Santos pasa por debajo antes de desembocar en el mar, es un ejemplo.

La obra El sueño de Europa, Serie Marinetti III, acabada hace 22 años y hecha de chapa de acero, cubre un espacio cuadrado de siete metros y medio por cinco metros de ancho y cinco metros de altura.

La escultura, hecha de cinta metálica, es una línea curvada inspirada en la espiral.

La parte de abajo parece un tronco formado por cuatro palos.

Luego la línea se convierte en un amplio arco que acaba en el suelo. 

Muebles urbanos como este peculiar sueño europeo sirven como ornamento y punto de atracción.

Además, inspiran a la gente.

Algunos miran los detalles de la obra de arte de cerca, a otros les encanta la idea de mirar hacia abajo desde el tope de la escultura.

Hacerlo no es complicado, hay solamente que subir el amplio arco.

Normalmente nadie se atreve a hacerlo.

No obstante, a veces esas cosas pasan.

Hace una década, este homenaje al Viejo Continente hecho de acero que contrasta con el cubo de hormigón del edificio colindante de la Agencia Tributaria, que vivió, o mejor dicho, sufrió uno de los momentos más impresionantes de su vida.

La escultura El sueño de Europa frente a la iglesia La Concepción
La escultura El sueño de Europa frente a la iglesia La Concepción

Caminar sobre una obra de arte de Martín Chirino

El Frente Blanquiazul, la asociación de la afición del club de fútbol CD Tenerife, organizó un concierto de rock en la plaza.

Uno de los grupos fue la Banda Basotti, un grupo de ska italiano, que emocionó al público casi hasta la madrugada.

El público miró hacia los músicos en el pequeño escenario, situado enfrente de la fachada del departamento tinerfeño de la autoridad fiscal de España, un edificio que destaca por la estructura vertical de sus ventanales.

Durante las actuaciones, muchos jóvenes, a veces con latas de cerveza o botellas de vino en la mano, estuvieron sentados en el arco.

Mientras otros deambularon hacía arriba o hacia abajo.

Una tambaleante construcción normalmente empieza a vibrar cuando está usado como rampa.

Y esa noche, el arco vaciló peligrosamente.

La cinta metálica del arco vibró tan fuerte por las pisadas de las personas que subieron y bajaron del arco, por lo que yo mismo paré mi subida hasta la cima en medio camino.

Dos años más tarde, se dejaron de hacer conciertos veraniegos en ese lugar debido a la construcción del tranvía y a las obras en la vecina avenida costera.

Centros urbanos como Santa Cruz cambian permanentemente su aspecto para adaptarse a las nuevas necesidades.

En el espacio público una obra de arte pone una señal visual

La colocación de la mencionada obra de arte en la rectangular plaza de Europa puso el punto final a la remodelación de esta zona.

El conjunto arquitectónico formado por la plaza central,  hecha de losas de hormigón, y  las edificaciones colindantes, las sedes de la Agencia  Tributaria y seguros Mapfre, sustituían a la arquitectura tradicional, que anteriormente dominaba la fachada de la capital tinerfeña hacia el mar.

El diseño actual está marcado por una estricta simetría geométrica que culmina en la forma del central zócalo de la escultura, un rombo colocado encima de una estructura de las losas rectangulares.

La obra de Martín Chirino delante del Museo del Hombre y la Naturaleza
La obra de Martín Chirino delante del Museo del Hombre y la Naturaleza

La ubicación no es casual.

La escultura está visible desde muchos lugares que marcan la imagen de la capital tinerfeña hace mucho tiempo: el antiguo hospital, que hoy alberga el Museo de la Naturaleza y del Hombre y la iglesia La Concepción, que limita con las casas de la calle La Noria.

En esta calle se encuentran los locales de varios grupos de carnaval.

Otro protagonista en esta escenografía es, por supuesto, el puerto, la cuna de la ciudad, siempre que ninguna valla de construcción corte la vista.

En el zócalo se levanta la escultura de Martín Chirino, probablemente, el escultor canario más conocido.

Las esculturas de Martín Chirino: líneas serpentinas, hechas de metal

Chirino ganó sus primeros méritos como miembro del grupo El Paso, un conjunto de artistas vanguardistas, al que pertenecía también otro pintor canario de gran renombre, Manolo Millares.

El grupo era una estrella fugaz que causaba mucha sensación en los años cincuenta, una la época marcada por la monotonía cultural debido al régimen de Franco.

En su carrera en solitario, Chirino creó muchas esculturas gigantescas.

Muy conocido es su serie de Lady (Harimaguada), una amplia gama de objetos compuestos de agitadas líneas serpentinas de perímetro muy amplio, hechas de metal.

Una “lady” se encuentra en Santa Cruz, en la plaza del Colegio de los Arquitectos en la Rambla, muy cerca del parque García Sanabria.

La obra El sueño de Europa, Serie Marinetti III delante del decorado del edificio de Hacienda
La obra El sueño de Europa, Serie Marinetti III delante del decorado del edificio de Hacienda

A pesar del material pesado y de dimensiones naturales, las obras de Martín Chirino difunden una ligereza asombrosa.

La obra de arte de Chirino destaca por la gran variedad de formas para interpretar las apariencias del fenómeno de movimiento.

Alisios, árboles o aeróforos inspiran al escultor, objetos de todas las formas que reflejen efectos provocados por fuerzas ajenas; los fenómenos climáticos, por ejemplo, sirven como excusa para transformar materiales muy pesados, a menudo hierro forjado, en formas ligeras y aladas.

No es una sorpresa que muchas de las obras consisten en las transformaciones y modificaciones de un singular elemento delgado.

Porque la preferencia de Chirino por la espiral: “Siempre me gusta decir que soy un escultor de una sola espiral, de una sola escultura, porque siempre alrededor de la espiral y con ese esfuerzo a través de los años he conseguido una diversidad, una serie de interpretaciones de lo que es la ondulación del espacio y la maleabilidad del hierro“.

No obstante, la idea y el momento son un concepto, la duración y la vida útil, otro.

La humedad del mar provoca corrosión en objetos metálicos

Esculturas gigantescas  que forman parte del denominado mobiliario público necesitan, de vez en cuando, medidas de conservación para mantener su aspecto y su función.

Incluso, un sueño europeo hecho de metal no puede resistir la corrosión provocada por la humedad del mar, ubicada al otro lado de la avenida marítima.

Hace unos años, el Ayuntamiento desmontó el arco, ya muy destruido, y solamente quedó el tronco central.

Precisamente la denuncia del artista que anteriormente había regalado la obra de arte a la capital tinerfeña puso en marcha las medidas de recuperación de la escultura, ubicada en el centro de una plaza en la que le gustaría mucho convertirse en verdadero punto de encuentro y centro de atracción.

(Publcado en Megawelle, 2011-2016)

La escultura de Chirino en primer plano y una grúa del puerto en el fondo
La escultura de Chirino en primer plano y una grúa del puerto en el fondo